Crítica: Myrholt – …sjelebot… (2021)


Hace mucho que perdió la cuenta del tiempo que llevaba irguiéndose de forma robusta en el lugar. Sus raíces se adentraban en la tierra abarcando miles de kilómetros. Recordaba vagamente sus años más gloriosos, cuando todo aún seguía siendo nuevo y excitante. Poco a poco, como le ocurre a todo ser vivo el tiempo le otorgó sabiduría y madurez. Sin embargo, cada día que pasaba, sentía que su propia existencia cada vez carecía más de sentido. Había inviernos que deseaba que la nieve calase tan hondo en el suelo que acabase por congelar y asesinar su raigambre. ¿Cuánto más tendría que seguir aguantando hasta que llegase la oscuridad y la tan ansiada paz?…
Bienvenidos al universo de Myrholt.

Myrholt, la One Man Band de Black Metal procedente de Noruega, nos trajo el 19 de febrero de 2021 su séptimo Larga Duración «…sjelebot…».

La persona que está detrás del proyecto es Ole Alexander Myrholt, encargándose de todos los instrumentos y las voces.

No os voy a engañar. Durante casi la primera mitad del disco, la verdad es que me estaba aburriendo hasta límites insospechados. El noruego se estaba dedicando a ofrendar un «Metal Negro» de corte depresivo y obsesivo sin sorpresa alguna. Para más inri, durante el cuarto track llamado ‘Hamingja‘, me asaltó la siempre negativa sensación de que ya había oído millones de veces esos riffs. Llegados a ese punto, tenía pensado suspender el plástico, y nada parecía indicar que la cosa fuese a levantar en la recta final. Pero nada más lejos de la realidad señoras y señores. Resulta que desde ‘Morgenstjernen‘ hasta el final del Elepé, el asunto cambia muchísimo a mejor. Tanto, que me ha sido imposible añadirle una mala puntuación. Y es que cuando una vez que las composiciones ganaron dinamismo y fuerza, sin perder el toque dramático, todo fue a mejor. Lo que no voy a salvar es la portada. Por el amor de Odín, de verdad, ¿no hay otra cosa que no sean bosques nevados?

Como os relataba en el párrafo principal, la melancolía se adueña de las seis cuerdas desde el primer segundo de música. Los riffs, siempre fluidos se crean a base de dobles armonías, mucha oscuridad, frustración y tristeza. Se incluyen pasajes pausados en….no os lo digo. Descubridlo vosotros mismos.

Dominantes shrieks conviven sin problema alguno con puntuales y anecdóticas apariciones de clean vocals o coros limpios.

A medio gas suele ir la percusión. Existe la celeridad sí, pero la justa, muy justa tal vez. Lo que mejor no deseéis son los «golpes relámpago». No hay ni una mala ráfaga.

Especialmente recomendadas la ya nombrada ‘Morgenstjernen‘, ‘Foelg Dyret Inn I Moerket‘ y ‘Saa Odioes, Saa Motbydelig‘. Si no es por estas canciones…

Sabor agridulce el que me ha dejado el disco de hoy. Echadle un vistazo, para ver que os parece a vosotros.

Nota: 6
Autor: Chus

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