La banda Australiana EOS en formato de power-trio, nos presentó su primer trabajo discográfico a través del sello Brilliant Emperor Records el pasado 18 de diciembre de 2020.
Hay algo especial y sugerente en el metal extremo proveniente de la isla (casi continente) de Australia, me pregunto a veces que puede ser (como pasa en el reino animal) que las bandas extremas que provienen de allí, plantean siempre o casi siempre un revulsivo dentro del género, que los difiere en muchos casos de las bandas de Europa o el continente americano.
Puedo citar a bandas de ese mismo país que ciertamente puede ser relacionadas con esta diferencia sintomática de hacer algo diferente dentro de lo mismo de siempre, Bestial Warlust, Destroyer 666, los clásicos Mortification, Blood Duster…etc, todas ellas comparten esa misma relación simbiótica de dar su propio color y sabor a músicas con unos parámetros definidos y concretos.
Pasa esto mismo en mi opinión con EOS, que dentro de un estilo tan encorsetado como el black metal old school, son capaces de hacerlo de manera que indudablemente suena diferente y muy propia.
EOS consiguen con «The Great Ascension» hacen sonar moderno y actual un black metal y con una producción muy contemporánea su black metal de raíz clásica, pero como si una manada de Dingos rabiosos la estuviesen interpretando mientras devoran el cuerpo de una presa.
Agresividad, visceralidad, un sentido de extremismo fuera de lo común y sobre todo buenas canciones, que una tras otra son un manifiesto de violencia sonora y amenaza que supura rabia y odio.
Se les podría relacionar a bandas como Amebix o Impaled Nazarene, en términos de aspereza, oscuridad y de sonido y esencia a los referentes del género, que no siempre provienen del norte de Europa, como Lebiathan, Absu, Negura Bunget, o Wolves In The Throne Room, pero quedaría escaso y de poca justicia para con la música de esta banda de las antípodas, que forma este gran plástico.
No hay descanso ni paz en este disco, siete salmos de una comunión estrambótica con la melodía y la agresividad, la emoción y la tormenta, la calma breve de un funeral o el silencio apocalíptico de una masacre, donde los cuervos dan buena cuenta de los cuerpos sanguinolentos y aun calientes de miembros cercenados por aceros afilados.
Me parece esotéricamente fastuosa la producción de todo el álbum, y el lugar que ocupan los instrumentos, la fiereza de la voz y el sonido de las baterías, realmente orgánico así como el dinamismo de las cuerdas.
Creo con toda seguridad que así debe de sonar el Black metal del siglo XXI, tan rancio o sobrecargado a veces, donde en muchas ocasiones se pierden el punto de vista global de lo que debe ser, pero que con EOS y «The Great Ascension» no ocurre en absoluto.
Nota: 9
Autor: Iván Arrieta Aka RasputinDoomPriest
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