
The outsider es un proyecto unipersonal originado en México en 2016 que se haya activo actualmente. Sus influencias más notables son el death, el black y el doom metal en combinación con diferentes elementos: sinfónicos, industriales y oriental folk y, desde el punto de vista lírico, aborda temas relacionados con el cosmic horror y la literatura de Lovecraft .
En el tiempo que llevan de conformación, han logrado lanzar algunas producciones discográficas: «The Outsider», Full-length de 2016, «Orchestral Renditions from the Unknown», Full-length de 2017, «Ancient Beast of the Apocalypse», EP de 2018 , «Suicide Is Progress», Single de 2019, «The Headless Horror», Single de 2020, y el disco que estamos comentando en esta ocasión, «From Ancient Gods and Forbidden Books» Full-length lanzado en abril de 2020 de manera independiente.
Para el disco contaron con los siguientes invitados: Kelly Shaefer como voz en ‘The Headless Horror‘, Kristian Niemann realizando el solo de guitarra en ‘Bringers of the Apocalypse‘, Rick Loera como voz invitada en ‘Primordial Abyssal Chaos‘, Jørgen Munkeby hace los solos de saxo y voces adicionales en ‘Suicide is Progress‘.
En lo que al sonido se refiere, es un disco absolutamente experimental que se aleja lo más posible de lo que podríamos llamar «género puro». Desde el principio hasta el final de sus 12 tracks, la fusión de géneros es la nota dominante de la producción: siendo además, combinaciones un tanto extravagantes; podemos encontrar mucho jazz, sobre todo en los últimos cortes, noise music, percusión árabe, percusión latina, música académica, coros líricos, recitaciones y voces limpias (aunque lo que domina en cuanto a voz es el gutural en forma de growl).
La estructura de las canciones tiene la apariencia de sucesivas «capas» de sonidos de diferentes índoles: instrumental (jazz, metal, oriental folk metal, sinfónica) electrónica, noise, etc., apoyados unos sobre otros, con diferentes estilos de voces (gutural, limpias, líricas) proyectándose en la superficie de todas esas capas.
En lo que se refiere a la parte «metalera» los géneros abordados son: el heavy metal, el doom metal y el death metal combinados con la parte experimental antes mencionada. La instrumentación en lo que a metal se refiere va alternándose desde el estilo doom al estilo death, hay riffs cargados y distorsionados, lentos y depresivos a veces, cercanos al doom, agresivos y veloces en otras oportunidades, más similares al death, al igual que el bajo y la batería, que oscila desde la furia y la velocidad del doble bombo, a ritmos más nostálgicos y lentos.
Personalmente lo considero un buen disco, le daría un punto extra por la originalidad. Evidentemente aquel que busque metal puro, no encontrará este disco de su preferencia, tampoco los oyentes de metal extremo más ortodoxos. Es un disco para sentarse a disfrutar con la mente bien abierta y desprovista de prejuicios. Recomendable para los amantes de las fusiones del metal extremo.
Nota: 8
Autora: Irene Adler
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