Crítica: Just Before Dawn – An Army At Dawn (2020)


Just Before Dawn, lanzó su debut de larga duración «Precis innan gryningen» en 2013. El término «Precis innan gryningen» significa «El elemento sorpresa en las tácticas de guerra». En todo caso, eso puede resumir el breve pero ardiente viaje de ocho años de Just Before Dawn, eso es… El elemento sorpresa. Aquí, en lugar de la guerra, se puede decir “El elemento sorpresa en las campañas del Death Metal”, que tenían su sede y dirigían sus operaciones desde Suecia. Y, en cada uno de sus tres álbumes de larga duración, cuatro EP’s, cuatro sencillos y una recopilación, siempre parecen reunir mercenarios muy venerados o aliados totalmente clandestinos y entregar Death Metal, a través y alrededor de cada posición en su camino. Ahora, ya sean enemigos o aliados, siempre aparecen como una sorpresa. Del mismo modo, su 4° álbum “An Army At Dawn”, es un trabajo lleno de asombro y admiración, que llevará a cualquiera a preguntarse cómo las mentes detrás de esta fuerza siempre han sido capaces de organizar, preparar y entregar un trabajo con tal valor y presunción.

La respuesta se encuentra principalmente en el Jefe de Guerra, Anders Biazzi y sus compañeros mariscales. Sin embargo, haciendo un mero análisis táctico, en el anterior «Tide of Blood», Dave Ingram, entregó todos los growls de batalla e invocaciones; aquí, en «An Army At Dawn», toda la fuerza consta de: 10 vocalistas invitados y tres guitarras solistas invitados, junto con sus comprometidos aliados Gustav Myrin (guitarra / bajo) y Jon Rudin (batería).

Para cualquiera que no sospechara, casi se sentiría como, exponerse a la pasada marcha de la Batalla de las Ardenas, desde una vista oculta. Y, si te preguntas, cómo suena esto, entonces estate preparado para enfrentarte a 10 armas que se forjaron fuera de la vista del común, listas para explotar. La esencia de este ataque sorpresa es totalmente evidente en la canción principal ‘An Army At Dawn’, donde el caballo de guerra, Jonny Pettersson, justo antes del amanecer pidió a la fuerza que no mostrara piedad en el ataque que se avecinaba, o en ‘Goliath Revived’ y ‘Belaya Smert’, donde Daimen Terry (Envig), suena como un tanque rugiente, que encabeza el ataque y no muestra piedad hacia todo lo que tiene enfrente. ¿Quieres saber lo que se siente en el mismo momento del ataque? Entonces, el punto de entrada de ‘Dance of Katyusha’ puede ser tu guía. Aquí, Thomas Clifford (Abscission), entrega la voz como una carga de profundidad antes de entrar en la línea enemiga y Daniel Gustavsson (Demonical / Tormention), forja un solo de lava que fluía, que expresa las incertidumbres totales y la pura violencia justo después de la colisión y el comiezo de la batalla. Y, una vez que el primer punto de apoyo se establece con bombardeos de ataques letales desde el aire y la artillería, y carne inocente se desgarra por el derramamiento de sangre, una pista como ‘With Everything We Have’ podría proporcionar la esencia de lo que significa cuando un ejército ataca con toda su fuerza, también defendiendo su carne y su orgullo, con todo lo que tienen. Andreas Stenlund (HarmDaud), lo demuestra perfectamente con su destreza vocal, con el dominio de los riffs de Anders Biazzi y la batería (como un ataque de misiles) de Jon Rudin.

Al final, ‘Unless Victory Comes’, se siente como si expresara todo lo que sucede en La batalla de Stalingrado, cuando los comandos rusos y alemanes llevaron a cada pieza de su ejército al río y al campo de batalla, sin mostrar misericordia o moralidad, donde no hubo rendición permitida y solo la victoria detendría la locura y la brutalidad. Una pista extra, a veces puede parecer redundante, pero en este disco, dos de esos temas, ‘Atlantic Walls’ e ‘Into The First Wave’, también son como una parte del propio álbum. Al igual que con sus secciones doomy, lentas pero violentas, y sus extraños solos, casi se comprende toda la masacre vista desde atrás, a través de un herido que imaginaba lo que sucedería, si se hubiera unido a este ataque, donde la vida y la muerte camina de lado a lado. Esto en conjunto establece que este álbum tiene muchas más variaciones y transiciones, mientras que los lanzamientos anteriores estaban más enfocados al Oldschool Death Metal. Además, la producción es más abierta y cálida en todos los frentes. Esto seguramente sea en beneficio, en gran medida, del autor intelectual: Anders Biazzi, quien imaginó que agregando un batallón de este tipo, se moverían como tigres en el territorio enemigo, incluso antes de que se lo pudieran haber imaginado o se hubiesen preparado, por ejemplo, para la Batalla de Francia ideada y ganada por los alemanes, con el primer ataque Blitzkrieg en la historia de la guerra. Para asegurarte de que puedas experimentar esto, el 25 de septiembre, esta banda sonora de 45 minutos repleta de zonas de guerra, con una portada empoderadora, será lanzada en todo el mundo por Raw Skull Recordz, en varios formatos.

Nota: 8.8
Autor: Randolph Whateley

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