El 20 de julio de 2020, los Brutal Death Grinders Cruciatus lanzaron «Locombia C D Rumba», redondo al cual nuestro querido redactor Chus le hizo reseña. Ahora, Broken Tomb se enorgullece en ofrendaros la posibilidad de leer la entrevista que una vez más el ya nombrado reportero le realizó a su líder y batería Rudolf.
- Bueno, aquí estamos una vez más Rudolf. Muchísimas gracias por prestarte a contestar esta rueda de preguntas. En primer lugar, quería darte la enhorabuena por el nuevo trabajo. Al menos para mí, es sin duda vuestro mejor lanzamiento hasta la fecha.
Para comenzar, cuéntanos como llegaron Juan Carlos Vásquez (bajo y voz) y Juan Carlos Henao (guitarra) a formar parte de la banda.
Ante todo, muchas gracias por brindarnos este magnífico espacio una vez más, para nosotros es muy grato participar de nuevo, su labor es vital para el crecimiento y difusión de la música extrema, dado que en los “medios tradicionales” no se les da cabida.
Y bueno ya entrando en materia, Juan Carlos Henao (Chengo) y Juan Vásquez (Juan K) entraron en un momento neurálgico de la historia de la banda, ya que estaba pasando por cambios de alineación y habían varios compromisos por delante, inicialmente ingresaron como músicos de sesión y luego de tocar juntos en varios shows me manifestaron su gusto por el proyecto, se fueron quedando, al punto que ya llevamos juntos dos LPs “Slaugther in Bojayá” y «Locombia C-D Rumba”, ambos músicos veteranos de la escena colombiana,
Chengo es un gran músico, compositor, productor reconocido en Area 51 estudios y sobre todo gran persona. Lo conocí solo hasta que me mudé a Medellín y coincidimos entrenando artes marciales (pasión que curiosamente compartimos los tres miembros). De esa manera grabamos por primera vez las voces del “Slaugther in Bojayá” con la anterior vocalista, un álbum que iniciamos en Acido Music, (estudio de mi querido amigo Eryck Falla)..
Recordé un sabio concejo que me dieron mis padres quienes se dedican igualmente a la industria musical, que debía buscar y contratar buenos músicos para evitar inconvenientes con músicos principiantes.
Chengo recomienda a Juan K que es un gran bajista y vocalista muy experimentado en bandas como The Mirror y Entre Niebla Y Miedo etc. De ésta manera tuvimos un ensamble rápido y pudimos cumplir con algunas fechas programadas, Para evitar algún tipo de problema legal con ex miembros se decidió regrabar el “Slaugther in Bojayá” a los pocos meses y quedo con mucha más potencia, se bajó la afinación y se reemplazaron las voces. Hubo dos trabajos con el mismo nombre por lo tanto fue necesario suprimirlo de las plataformas digitales para su prensaje en México.
- Cambiando de tema, y metiéndonos directamente en vuestra más novedosa obra, ¿qué nos puedes contar sobre las sesiones de grabación?
Debo decir que realmente no tenía intención de grabar nada por un buen tiempo, el “Slaugther in Bojayá” apenas tenía unos meses de haberse lanzado y durante 2020 se planeaba girar por nuestro país, en un tour que llamamos “TOURturando Colombia” en la cual estaríamos celebrando además los 10 años de Cruciatus.
Luego de cumplir las 4 primeras fechas llego la pandemia y se cancela todo. Aproveché la oportunidad para arreglar ideas que tenía empezadas y los chicos me animaron para terminar de escribir el álbum, el cual se terminó en su totalidad en un tiempo récord de 3 meses. Nos convencimos de que el compromiso de un músico es realmente el hacer constante.
Entramos a grabar el “Locombia C-D Rumba”, el cual nos ha dado mucha alegría en estos momentos de oscuridad y en el que pudimos darle rienda suelta a la creatividad. Nos agendábamos casi a escondidas pues estaban prohibidas las reuniones de cualquier tipo. Quedé muy satisfecho con la producción gracias a estos veteranos de guerra que me acompañan y permiten que el trabajo sea fluido y eficaz.
- ¿Cuál es vuestro método compositivo?
Ha cambiado mucho con los años, en las primeras etapas socializábamos ideas de música y letras en los ensayos, sin embargo con el pasar de los años, cambios de alineaciones y traslado entre ciudades, quedé como el encargado de esa parte. Construyo las maquetas, se las envío a los compañeros (que hago desde el piano o el computador) y ellos les terminan de hacer los arreglos. Usualmente cargo con una libreta para hacer apuntes o algo en que grabar ideas de manera que cuando reúno todo ese material ya tengo algo avanzado a la hora de planear un nuevo álbum. De hecho ahora mismo tengo material para los próximos trabajos de Cruciatus y para mis otros proyectos musicales.
- ¿Habéis quedado completamente satisfechos con el resultado final?
Absolutamente, es una experiencia interesante materializar las cosas que estaban en la mente y ver después como alguien disfruta de ese esfuerzo. Una forma de inmortalidad del ser humano es a través del arte, de manera que varios siglos después podamos seguir escuchando obras de Beethoven y demás artistas clásicos. Aprendimos mucho e hicimos algo productivo en tiempos difíciles.
- ¿Qué diferencias crees que existen entre «Slaughter in Bojaya» de 2019 y «Locombia C D Rumba»?
En esta ocasión me correspondió escribir la totalidad de las letras, además tuvimos el empuje creativo de mis dos compañeros en los arreglos. Por supuesto la producción fue impecable. Musicalmente me he exigido más, hubo mayor exploración rítmica y la incorporación de sonidos de otros géneros, se pueden escuchar matices de death melódico y black metal, algo de música autóctona y música del medio oriente. Solos de guitarra más interesantes y diversos tipos de vocalizaciones
- ¿Qué tema del último LP define mejor lo que es Cruciatus en la actualidad?
Es una pregunta difícil, ya que cada tema tiene ese sello “torturante”, creo que ‘Navidad Negra’ define la banda ya que es un tema fuerte, pesado, con una letra polémica y contestataria, en contra de las injusticias que ya se han vuelto repetitivas en Colombia. Habla del primer gran crimen cometido en nuestra patria, genocidio perpetrado paradójicamente por su fundador y primer dirigente, nuestro “Libertador”.
- Lleváis activos ya once años. En ese tiempo habéis tocado miles de veces en vivo. ¿Cuál es el show que mejores recuerdos te trae?, ¿y el que peor lo pasaste?
Efectivamente han sido bastantes, pero podría decir que recuerdo mucho el gran debut en Granada (Meta), pues en esta región del país no es muy común el gusto por la música extrema, sin embargo esa vez se llenó toda la plaza principal de la ciudad con todos los rockeros de la región y pueblos aledaños.
Otro evento que también recuerdo fue la primera vez que tocamos en Barranquilla, donde es conocido el gusto por la música tropical en donde a los asistentes poco les importo que estuviéramos a 40 grados de temperatura.
El peor, lo recuerdo bien, estábamos tocando en la capital del país por allá en el 2010 luego de haber sacado nuestro segundo EP y mientras estábamos en tarima, la exnovia de ese entonces se fue a los golpes con la pareja del guitarrista con el que fundé la banda, fue algo desagradable ya que tuvimos que parar de tocar y separarlas, afortunadamente ambas personas salieron de nuestras vidas hace años.
- ¿Qué tal ves la salud de la escena en tu país?
Muchas cosas han mejorado, ahora se escuchan producciones de muy buena calidad técnica y musical, hay más espacios para eventos, tanto bares como locales. Puedes escuchar bandas de rock y metal en prácticamente cada municipio de Colombia.
Desafortunadamente las bandas hoy en día no duran mucho, poca consistencia y perseverancia pero es entendible en donde no hay mucha industria y hay que trabajar para subsistir. Hay diferencias generacionales entre las bandas viejas y nuevas. Aún falta más proyección internacional, con algunas excepciones. Todavía falta para que el metal colombiano sea potencia. Por eso se agradece este espacio periodístico que ayuda a difundir todo ese “ruido” que hacemos.
Mi instrumento es de un fabricante bogotano es una “D.Drums Ruiz” de la empresa Musicales La Gran Tribu, me parece importante apoyar la industria local, de la cual soy represéntate y artista de esta marca de instrumentos de percusión hechos en Colombia. En cuanto a los platillos son todos alemanes de la marca Meinl, puesto que aún no he concretado un acuerdo comercial con alguna marca colombiana. El hardware, incluido el pedal, es Gibraltar. Si encuentro alguna marca colombiana en ese nivel de manufactura con seguridad pondría el ojo allí mismo.
- A puerta cerrada, en la intimidad de tu hogar, ¿tocas otro u otros instrumentos además de los «tambores»?
Por supuesto, desde temprana edad empecé a tocar piano, pero me apasioné por la percusión, no me considero pianista profesional ni mucho menos, lo interpreto y me ayuda con mis composiciones, así mismo toco el acordeón, me desempeño moderadamente bien en todos los instrumentos de percusión latina por el trabajo con la orquesta de mi padre (Pachanga Show), congas, timbal, bongoes, tambora dominicana y algo de güira. También vocalizo, con énfasis en el canto lirico. Dentro de poco estrenaré una producción de un proyecto alterno de metal industrial, donde compuse para todos los instrumentos y también canto, producción que por supuesto estaré compartiendo con ustedes en el futuro.
- Para finalizar, ¿qué le dirías a los lectores de Broken Tomb que aún no os conocen para animarlos a que os den la oportunidad que merecéis?
Nuevamente muy agradecido por este espacio, disfruto mucho escribiendo de lo que más me gusta y espero que Broken Tomb siga por muchos años, crezca y sea un medio más reconocido, pues se lo merece.
Para todos aquellos amantes de la música extrema, del contenido social, transgresor y violento, de la música hecha con pasión, calidad y creatividad. Te presento a Cruciatus quienes te romperán los tímpanos.
¡Que viva el Rock n´ Roll! ¡Death Metal forever!
Autor: Chus
Be the first to comment