Crítica: Deimler – Zero One (2020)


Poco a poco su cuerpo y mente se iba formando dentro de la capsula. Cuando alcanzó la madurez tanto física como mental, los científicos lo sacaron de la cabina. Jamás olvidaría la sensación de libertar que percibió cuando le extrajeron los largos tubos que estaban introducidos por su garganta, oídos y nariz. Lo secaron, vistieron y le dieron por primera vez comida sólida. Después, lo llevaron en presencia de su «padre». Le explicaron que era un clon del anciano que tenía delante. Éste se moría. Para intentar sobrevivir, necesitaba órganos y sangre que fuesen idénticos a los suyos, de ahí a que lo «fabricaran». En unas horas, prepararían el quirófano para comenzar con el trasplante de varios de sus órganos más importantes. Primero lo embargó la tristeza, después el miedo, que dio paso a la ira. ¡Tenía que salir de ahí a como diera lugar antes de que acabasen con él!
Bienvenidos al universo de Deimler.

Los Death metaleros Deimler editaron el 18 de agosto de 2020 en formato físico su primer E.P «Zero One» gracias a Awakening Records.

El line up del combo es: Pako Deimler (guitarra y voz), Oscar Trigger (batería), Luisma Romero (bajo), Toto Castelló (guitarra).

Es innegable que los de Cáceres tienen talento. La estructuración de las tonadas es oscura, emanando una autenticidad difícil de encontrar a día de hoy. Lo que predomina a lo largo de los cuatro cortes es la rotundidad a la velocidad, invitando a cada nota que sale despedida de los instrumentos del cuarteto a hacer headbanging cual poseso.  Sin embargo, desde mi punto de vista, necesitan mejorar en algunos aspectos. Uno de ellos es el apartado solista. Cierto es que hay un sentido del drama a tener en cuenta, mas en ocasiones se tiene la sensación de que la lead y la rhythm guitar no termina de encajar bien, adoleciendo por momentos de gancho y cohesión. Por otro lado, la producción parece estar excesivamente «comprimida». Los para mí puntos negativos que acabáis de leer consiguieron que la nota no fuese todo lo alta que debiera.

Gruesas a la par que malévolas son las seis cuerdas. Pako y Toto regalan un escaparate lleno de riffs fluidos, siniestros y si la ocasión lo requiere «melancólicos». Además, sin abusar ni mucho menos de ambos recursos, no se olvidan de las dobles armonías ni del tremolo picking.

Completamente adictivo son los profundos registros vocales. Tremendos growls, así da gusto.

A riesgo de reiterar en exceso, ya que lo dejé caer en el párrafo principal, la percusión se siente cómoda en los mid tempos. Pero tranquilos amantes de la velocidad, no la dejan caer al profundo pozo del olvido.

Destacaría la directa y sanguinaria ‘Indoctrinate‘. Ah, por cierto, cierran el Extended Play de muy buenas maneras con un cover de Avulsed. Ahí es nada.

Una vez pulan su propuesta van a ser uno de los grupos que dentro de su estilo más van a dar de que hablar en los próximos años.

Nota: 6
Autor: Chus

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