Buried Realm es el proyecto musical unipersonal de Josh Dummer ( guitarrista en Circaic) quien es el que ejecuta todos los instrumentos, hace las voces y las letras. Desde su origen en 2007 pero activo desde 2017 hasta la actualidad, ha conseguido realizar algunas producciones discográficas: «The Ichor Carcinoma» (Full-length, 2017), «Dust to Dust» (Single, 2017), «The Ichor Carcinoma» (Instrumental) (Full-length, 2018) , «Temple Graveyard» (Single, 2019), y el disco que nos convoca hoy: «Embodiment of the Divine», Long Play que será lanzado como Self- Release el próximo 24 de julio.
Adentrándonos en el sonido del disco, cabe destacar que, si bien Buried Realm ha sido catalogada dentro del Death Melódico, no deja de llamar la atención la fuerte influencia del metal clásico, en los solos de guitarra cercanos al virtuosismo, en los riffs y por algunos momentos en las voces también, ya que, si bien predominan los guturales, en algunas canciones se hallan voces limpias, como en ‘Master Psychosis‘, donde hasta les diría que me trae reminiscencias post grunge si me descuido. En lo demás, el toque Death lo dan las baterías, muy veloces, la afinación más grave, el gutural predominante (cabe también destacar al respecto, el manejo de al menos 2 clases de guturales diferentes, lo cual es un plus para esta propuesta), y también un poco más de pesadez en las guitarras. Por último, también me aventuraría a proponer un toque industrial a la música, ya que es evidente el elemento electrónico y la distorsión en el sonido.
Mi opinión sobre la propuesta es que está es fabulosa, es un equilibrio justo entre el elemento melódico y virtuosista y el sonido sucio y descuidado, con tan increíble ensamblaje. Uno encuentra cada canción novedosa e interesante, no aburre ni cansa en ningún momento. Pero definitivamente, es el tipo de música que solo los amigos del Metal podrían encontrar atractivo. Digamos que es solo recomendable para el público conocedor del género.
Nota: 9,5
Autora: Irene Adler
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