Crítica: Virocracy – Irradiation (2020)


Tuvo que llegar una gran pandemia mundial para que los seres humanos decidieran cambiar su modo de actuar. Con el pasar del tiempo, personas y naturaleza consiguieron estar en completa armonía. Los grandes lujos dejaron de existir al igual que la tecnología. Los ancianos que comprobaron la crueldad del viejo mundo añoraban ciertas cosas. No obstante, acababan por reconocer que, a pesar de todo, preferían el nuevo orden. Al fin se acabaron las hambrunas, las luchas de clases, la avaricia, el dinero… Pero ¿cuánto tardaría la especie en intentar retomar viejas y nefastas costumbres?, ¿con qué forma llegaría ahora el despotismo y la esclavitud de antaño?..
Bienvenidos al universo de Virocracy.

Black Sunset / MDD lanzó el 20 de marzo de 2020 el primer Larga Duración de los Prog Death metaleros Virocracy llamado «Irradiation».

El grupo lo forma: Anika Ov Moseberg (voz), Alexander Jelinek (guitarra), Jan Heidelberger (guitarra), Florian Betz (bajo), Alejandro Serrano Martinez (batería).

¡Vaya clase que tienen los de Alemania amigos! El debut del quinteto rebosa buen hacer en cada segundo de música. Siendo quisquilloso, me hubiera gustado unos desarrollos aún más complejos en las tonadas. Sin embargo, no quiero que nadie mal interprete mis palabras. El nivel de composición y ejecución es impoluto. Ahora, aunque parezca mentira tienen la presión con el siguiente trabajo de superar o en su defecto mantener la calidad del debut. No obstante, estoy seguro que lo conseguirán. Introduciéndonos en el tema de la producción, ésta es impoluta. Con el artwork también he quedado satisfecho. La portada es llamativa y menos típica de lo acostumbrado. Así da gusto.

Las seis cuerdas os van a dejar maltrechos. Los destensados y fluidos riffs comparten protagonismo con dobles armonías y arremetidas de tremolo picking. Asimismo, existen unas muy buenas pinceladas de cortes pausados desperdigadas a lo largo del Elepé. De los solos ya os podréis imaginar ¿no? No os digo nada y os lo digo todo.

El registro de Anika me recuerda a la de Angela Gossow. Este humilde redactor jamás disfrutó de su registro. A mi parecer, resulta demasiado convencional dentro de los growls femeninos… Ah casi se me olvida, exhiben clean vocals narradas masculinas. No os digo donde. ¡Escuchad el disco para saberlo!

Las bass line como era de suponer partiendo el estilo que ejecuta la agrupación se sale del tiesto. Buena labor la de Florian, sí señor.

Siempre trepidante es la percusión. Tiende más al mid tempo intenso que a la celeridad. Dicho esto, mejor que ni se os pase por la cabeza que no existen los blast beats.

Me maravillaron especialmente ‘Walking Ghost‘, ‘Solitude‘ y ‘Dysplasia‘. ¡Ponéosla y sabréis lo que es bueno!

Si os gusta el «ruido» radical de la mejor categoría, no os podéis perder el disco que me he dedicado a reseñar para todos vosotros durante las esquelas que habéis leído hoy.

Nota: 9
Autor: Chus

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