Crítica: Indignity – Realm Of Dissociation (2017)


El 22 de agosto de 2017 los polacos de Silesia practicantes de brutal death metal con dosis de slam Indignity publicaron su primer larga duración titulado «Realm of Dissociation» en el sello letón Sliptrick Records.

Indignity son Daniel Sommer (bajo), Szymon Turek (batería), Miroslaw Sommer (guitarras) y  Krzysztof Kilanowski (voces).

El metal extremo por estar diseminado en los cinco continentes reune una serie de características particulares según la zona de la que  nace la música, estando adscrito a unos parámetros identificativos que nos guian de antemano para poder tener una idea aproximada de lo que nos espera con su audición. Así, se puede establecer diferentes escuelas según la zona de procedencia del grupo. Indignity formaría parte de la Escuela del Este, lo que significa profesionalidad indiscutible, fortaleza sonora y apreciable desparpajo técnico, con las ideas claras en cuanto a lo que quieren hacer y transmitir. Ellos poseen tales virtudes al generar un death poderoso aunque lo escuchado no suponga la llegada de nuevos vientos musicales a la propuesta marcada a no ser la aparición de temas con sorpresivo marchamo slam. La producción es limpia y orgánica, bien distribuida en cada uno de los cortes. La portada resulta bizarra y bella a partes iguales, llamando la atención de inmediato.

Las guitarras devienen en solidez martilleante entre riffs de medios y altos registros, con un punto extra de técnica propia de la escuela antes aludida, Los solos se ensamblan con equilibrada y definida ejecutoria, extrayendo de las seis cuerdas vuelos emocionales sin tardanza ni desvios sonoros indeseados.

La voz se adueña sin dificultad de los registros sonoros, irrumpiendo con furibunda guturalidad. Importante recalcar la coexistencia de ultraagudos desplegados también por Daniel, dotando cuando surgen éstos de dinamismo y riqueza tímbrica a las composiciones.

La batería arde en nuestros oídos con innata precisión a los parches, platos y doble bombo irrefrenables. Este instrumento aporta y mucho tanto en los medios tiempos como en los pasajes más veloces. El sonido de golpeo impresiona por su contundencia y definición.

El bajo no brilla como debiera pero no por ello obviaremos instantes puntuales donde las cuatro cuerdas sortean la atonía en pos de líneas bien emplazadas de efecto subyugante como ocurre en los temas ‘Bloodlust‘ y ‘Keratoprosthesis‘.

Resalto los números ‘Addicted to Brutality‘ por su fusión death-slam. la rapidez bestial de ‘Skull Trepanation‘ y la violentamente técnica ‘Whine of Conceit‘.

Un recomendado compacto «death proof» que acercará a veteranos e iniciados a la Escuela del Este en su vertiente clásica de «metal muerto» enriquecido con brilantes momentos de genuino slam.

Nota: 7.
Autor: Suicider.

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