Crítica: Hellevate – Krampusnacht (2019)


 

No supo el tiempo que estuvo confinado en lo que parecían unos laboratorios de alto secreto del gobierno. Era un sin techo. No tenía familia y tampoco le importaba a nadie. De forma obvia, era el sujeto perfecto para que experimentaran con él. Fue secuestrado en mitad de la noche de la casa en ruinas donde se cobijaba. Ni tan siquiera pensó en resistirse. ¿Quién lo haría con un arma apuntándole al pecho? Le pusieron una capucha y lo introdujeron en una furgoneta donde se podía leer un rótulo que decía «Reformas Mike». Cuando el viaje terminó, fue confinado en una habitación sin luz natural. No tenía cama ni baño. A la mañana siguiente, le implantaron un chip de control en la nuca. Desde entonces, unos doctores le inoculaban una sustancia transparente cada ocho horas. Desde la primera vez que lo hicieron, pudo sentir como su cuerpo iba transformándose en algo que no era humano. Al finalizar el «tratamiento» era una especie de monstruo. Sus capacidades físicas habían aumentado, así como su tamaño. No obstante, el resultado no fue el esperado. Contra todo pronóstico, y de forma inexplicable, consiguió revelarse.  Comenzó a descuartizar a todo ser viviente del complejo. Era consciente de que nunca más podría volver a la civilización. Si conseguía escapar de allí podría ocultarse en el bosque…
Bienvenidos al universo de Hellevate.

Los ahora Thrash Power metaleros Hellevate, lanzaron el 23 de diciembre de 2019 su nuevo E.P «Krampusnacht».

La alineación del combo es: Zack Burke (bajo), RJ Whitmer (batería), Dan «Danowar» Whitmer (guitarra), Joshua Cole (guitarra), Erik “Jager» Schmutzler (voz).

A expensas de que saquen un nuevo L.P, los de Kansas mantienen viva la llama y el interés de sus fans con un lanzamiento de escaso minutaje. Los tres cortes que componen el Extended Play en cuestión no me han llamado demasiado la atención. Con esto no quiero decir que los americanos lo hagan mal ni mucho menos, pero no voy a entrar una vez más en detalles de lo que opino sobre los conjuntos del género anteriormente mencionado salidos desde el año 2000 en adelante. Es obvio que no hay ninguna sorpresa a nivel compositivo. Lo que sí que queda claro, es que saben introducir de muy buenas maneras una cantidad loable de cambios de dirección en las tonadas, ganando de esta forma dinamismo. La producción es potente y cristalina. Por su lado, la portada resulta más salvaje que la música. Curioso cuanto menos.

El embiste lo abre ‘Krampusnacht‘. El corte se caracteriza por ir a up tempo de pulso lento, introduciendo como decía un poco más arriba una serie de cambalaches de camino dignos de alabanza. Le sigue los 43 segundos de ‘If You Want Peace… ‘. La tonada solo sirve de introducción a la final ‘Prepare for War’. Ésta, se inicia de forma pesada, para sobre la mitad acabar pisando el acelerador.

Las seis cuerdas son afiladas, fluidas e intensas. No faltan unos solos que cumplen a la perfección su labor.

En el apartado vocal, Erik tiene un tono poderoso. Introduce falsetes cuando la ocasión lo requiere. Por mi parte, ese recurso se lo podía haber ahorrado…

Estándar es la forma de aporrear los parches de RJ. Habría estado bien que los instantes veloces lo hubiesen sido más. Eso sí, lo que jamás se le puede tachar es de ser estático tras su kit de tambores.

Una vez más, y con vuestro permiso, vuelvo a soltar la frase esta de «nada nuevo bajo un horizonte trillado». El quinteto no entusiasma, aunque tampoco disgusta.

Nota: 6
Autor: Chus

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