Crítica: The Conspiracy – The Unbearable heavyness Of Existence (2019)


Mirad hijos míos, como gritan. ¿De qué les servirá pedir clemencia o ayuda? Jamás han comprendido que el Infierno existe y es su propia existencia. Nacen presos dentro de mis dominios. Sus alaridos no son literales, lo sé. Es su alma la que aúlla sin cesar. El dolor es tan inmenso que desean morir. Sin embargo, solo yo decidiré cuando enviaré a la parca a por ellos. Es curioso, temen tanto a la muerte… Tal vez sea porque todo lo que no conocen les produzca terror. Qué estúpidos son. Tienen mentes tan limitadas… No llegan a la conclusión de que una vez que sus corazones paren, llegará la paz. Tal vez el Todopoderoso los perdone a todos, e incluso les devuelva la vida en el Reino celestial. Pero mientras tanto, os aseguro que alargaré su estancia en el Averno todo lo que pueda…
Bienvenidos al universo de The Conspiracy.

El 9 de diciembre de 2019, apareció el nuevo E.P de The Conspiracy llamado «The Unbearable heavyness Of Existence».

El combo está formado por: Carlos (guitarra), Antón (bajo), Paulino (batería), Peter (voz).

Corto, tan corto resulta el Extended Play de los gallegos que uno se queda incluso con mal sabor de boca. Pero bueno vayamos por partes. Reconozco que al leer la etiqueta Powerviolence y al ver la duración de las 6 tonadas que componen esta obra me volví loco de alegría. Pensé que estaba ante un asalto bestial y veloz sin descanso. No obstante, y a pesar de que intensidad no falta, la celeridad va muy a cuentagotas. Al descubrir que faltaba rapidez, tengo que confesaros que me quedé un poco decepcionado. A su vez, encima de que no hay mucho material, deciden introducir Intro y Outro, además de un cover. Vaya que al final solo quedan tres cortes reales no sé si me explico. Al leer esto, estaréis pensando que de aquí en adelante la reseña no va a ser muy buena, y lo cierto es que en realidad sí. Ante todo, con cada review procuro ser lo más objetivo posible. El cuarteto ofrenda una propuesta musical que no sé si encasillarla en el estilo anteriormente mencionado. He visto elementos de Hardcore, Deathcore, Crossover y Powerviolence, sin llegar a decantarse de forma clara por uno u otro. En conclusión, otra cosa no, pero extremos son. Las tonadas tienden a ir a medio gas sin que por ello se pierda ni un ápice de ferocidad ni barbarie sónica, haciendo que todo aquel que se atreva a escuchar el asalto se le disparen los niveles de adrenalina de forma cuanto menos alarmante. La producción es «sucia» y contemporánea. Respecto al artwork, ¡tremenda portada!

Riffs punzantes a troche y moche nos regala Carlos. Cabe resaltar el uso, si la ocasión lo requiere de armónicos.

En el apartado vocal tenemos de todo: Dos tipos diferentes de Screaming y toques de growls.

Ya lo comentaba en el párrafo principal. Los parches, siendo siempre dinámicos tienden al mid tempo. Mi gozo en un pozo…

Recalcaría, precisamente por que pisan el acelerador a fondo ‘F.S.H‘. ¡Vaya puñetazo en la boca del estómago que es este tema camaradas!

Para concluir, si buscáis «ruido» con personalidad propia que consiga volaros los sesos en un segundo, echadle un vistazo al «Epé» que ha copado las líneas que estáis leyendo hoy. Ojalá que en un futuro nos regalen embistes con más minutaje, menos introducciones y puesto a pedir algo más de «caña» en los tambores.

Nota: 6,5
Autor: Chus

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