Crítica: Depressed – Beyond the Putrid Fiction (2019)


 

Hace horas que desperté. Estoy inmovilizado dentro de lo que parece una especie de capullo. Tan solo tengo libre la cabeza. A mi alrededor, hay cientos como yo. Algunas de las envolturas que alcanzo a ver están rotas y salpicadas por un líquido fosforescente esmeralda. No tengo idea de quién soy ni de cómo he llegado aquí. Lo que tengo más que claro, es que el lugar es una despensa para algo que no es de este mundo y nosotros somos su alimento…
Bienvenidos al universo de Depressed.

El 22 de noviembre de 2019, Black Lion Records lanzó el segundo L.P de los Death metaleros Depressed bautizado con el nombre de «Beyond the Putrid Fiction».

La formación está compuesta por: Giovanni Norbiatto (bajo), Giovani Venttura (voz), Murillo Hortolan (guitarra), Douglas Ratam (guitarra), Gabriel Guerra (batería).

Siempre he pensado que tanto Brasil como Canadá aportan a la escena metalera mundial algo único que el resto no tienen. Obviamente, y gracias a Odín no estamos ante una excepción con el disco de hoy. Vaya tela camaradas. Supongo y espero que sus creadores estarán completamente orgullosos con su obra, porque no es para menos. «Metal Muerto» del más altísimo nivel es lo os encontraréis a lo largo y ancho de los doce cortes que conforman el susodicho álbum. Me ha sorprendido gratamente el hecho de que así como quien no quiere la cosa, y de forma disimulada, adjuntan ramalazos muy buenos de melodías, consiguiendo que el resultado final resulte aún más satisfactorio. La producción es contemporánea e impoluta. Es de suma importancia que no solo salgan grupos con sonido retro, sino otros como el quinteto brasileño que refrescan este estilo sin que por ello haya que añadir elementos de Deathcore o cosas similares. Incluso la portada resulta inquietante. Así da gusto.

Qué maravilla de seis cuerdas. Cada nota que sale de los instrumentos de Murillo y Douglas emana una maldad fuera de lo común. Cada vez me resulta más innecesario el hecho de describiros este apartado. Aun así, y por si acaso hay algún novato que aún no se aclara con las características de los estilos de «ruido radical» lo repetiré una vez más. Los riffs con los que tropezaréis son fluidos, punzantes y grandilocuentes. No se olvidan para nada de las arremetidas de tremolo picking ni de las dobles armonías. Ojo a los solos. De entrada, la labor de la lead guitar tiende a ser melodiosa. No obstante, descuidad que los tirones de palanca y la violencia no faltan.

Growls sin más. Claro, ¿qué os esperabais en los registros vocales. Bueno vale, sí, hay algún gutural agudo rasgado por ahí, pero es anecdótico.

Sería imposible aporrear el kit de tambores de forma más dinámica. La sensación generalizada es de aceleración, aunque os aseguro que el equilibrio entre velocidad y pesadez es total.

Ahora llega el papelón de intentar daros a conocer lo que para mí han sido los temas destacados. De verdad, la calidad es tan alta que me ha costado la vida decidirme. No obstante, recalco ‘Unholy Conveant‘ y ‘Thy Fragment of Light‘.

Si os gusta la música extrema, no podéis dejar de pasar el Long Play que ha ocupado la reseña de hoy.

 

Nota: 9
Autor: Chus

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