Crítica: Osaleos – The Visit (2019)


A veces, la conciencia es el más terrorífico de los fantasmas. Es tal su poder, que puede hacernos ver que alguien que ya no está en este mundo se nos aparezca. En el caso del joven llamado Mark, el tormento comenzó hace unos meses. Tenía intensas pesadillas con su difunto padre. Las ensoñaciones cada vez eran más vividas, hasta llegar el punto de no distinguir qué era real y qué no. Siempre se repetían las mismas escenas. Su progenitor, en una extraña forma gaseosa aparecía en la habitación. El aspecto era dantesco. Millones de gusanos y moscas entraban y salían de su nariz y boca. De repente, se abalanzaba contra él, introduciéndose en su propio cuerpo, controlándolo y consumiéndolo. Si no ponía fin a las alucinaciones, pronto perdería por completo la cabeza…

Bienvenidos al universo de Osaleos.

Base Record Production lanzó el 6 de septiembre de 2019 el nuevo MCD de los Death metaleros Osaleos llamado «The Visit».

Su line up es: Asier (voz), Alex (guitarra), Miguel (bajo), Oscar (batería).

Sinceramente no me ha convencido demasiado el nuevo trabajo de los de Castilla y León. Sin embargo, tienen algo de lo que muchos carecen: frescura. Sí amigos, el cuarteto practica de forma muy personal el estilo anteriormente mencionado, introduciendo sin miramientos elementos del Hardcore Old School  y del Thrash Metal sin dejar de ser un conjunto de «Metal Muerto» a secas. No sé qué pensaréis vosotros, pero realizar semejante mezcolanza y que la cosa no solo salga bien, sino que también resulte original tiene su mérito. Solo por eso, se han ganado mi total respeto y al final de la reseña una buena nota. En otro orden de cosas y ya entrando en el terreno de la producción, el sonido resulta tan amateur como orgánico. Respecto a la portada… pues bueno… tiene su aquel.

Veloces e intensos son los guitarrazos de Alex. Este hombre nos ofrenda riffs fluidos, embistes de tremolo picking y dobles armonías. Los solos cumplen sin más su cometido.

No hay sobresaltos con los registros vocales. Esto se traduce en growls y solo growls, sin uso de clean vocals ni nada raro.

De auténtica se podría llegar a calificar la manera que tiene Oscar de aporrear su kit de tambores. Da gusto toparse con una percusión que a veces resulta poco convencional pero siempre sólida.

Destacaría la devastadora ‘Deja Vu’. Garantizo que el subidón de adrenalina que os dará esta tonada no tiene precio.

Si buscáis algo diferente dentro del mundillo, echadle un oído al susodicho trabajo.

 

Nota: 7
Autor: Chus

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