El pánico inundó los corazones de todas y cada una de las personas que se encontraban en el Vaticano. Las huestes de Satán estaban entrando. Por mucho que rezaran, sabían que, en el mejor de los casos, la parca se los llevaría en breve. Los engendros del mal eran machos cabríos de largos cuernos. Se desplazaban a una velocidad inhumana tanto erguidos como a cuatro patas, exhibiendo una fuerza sobrenatural. Aquel día, las violaciones y asesinatos que los engendros del Rey Del Averno perpetraron, fueron los más salvajes en la historia de la humanidad. Al acabar, decidieron llevarle a su amo a una de las monjas que encontraron. La desdichada sería la encargada de traer al mundo al hijo del más poderoso de los ángeles caídos.
Bienvenidos al universo de Bloodlust.
«Black Mass» es el título del primer disco de los Thrash Speed Metaleros BloodLust. El redondo, apareció el 30 de abril de 2019 gracias a Iron, Blood and Death Corporation.
Su alineación es: John López (bajo y voz), Santiago Lozano (batería), Julián Rengifo (guitarra).
Hubo una época donde el «Metal Apaleador» fue grande. En un principio, cada conjunto aportaba su personal forma de ejecutar el estilo, expandiendo sus fronteras y haciéndolo crecer correctamente. Sin embargo, la escena se fue saturando de clones, hasta acabar por completo con ella. A día de hoy, personalmente creo que solo un puñado de conjuntos clásicos siguen manteniendo la llama de un género a todas miras muerto. Para bien o para mal, los de Colombia no forman parte de ese selecto grupo de agrupaciones valga la redundancia. Ni por asomo son malos, pero son tan insultantemente predecibles que uno acaba perdiendo el completo interés sobre su Elepé al pasar un par de cortes. No sé si es percepción mía, pero les he encontrado influencias a los primeros Kreator, Destruction y Slayer. Como digo, sorpresas cero y chispa ninguna. Eso sí, no me cabe duda que la nueva generación de thrashers disfrutará con el refrito del power trio.
Bueno, ¿qué os voy a contar de las «hachas»? Ya sabéis, son fluidas y aceleradas a más no poder. La lead guitar cumple su función. Si acaso, la única sorpresa es la inclusión de ínfimos retazos de tremolo picking en ‘Demonized Wheels’.
Agresivos y altos son los tonos vocales de Mr López. Al menos no suena…. cómo decirlo…. «dejado», como hacen algunos.
Las cuatro cuerdas se hacen notar en ‘Black Mass (The Witches Night)’, ‘Black Soul’ y en la anteriormente nombrada ‘Demonized Wheels’.
De los tambores, toca decir que van a toda castaña, introduciendo los cambios precisos y esperados de dirección. En resumidas cuenta, no alucinaréis con la labor de Mr Lozano.
Señores, no destacaría ningún tema. Oído uno, oídos todos. A riesgo de reiterar demasiado con el mismo concepto anteriormente repetido, NO SON MALOS, mas si son previsibles hasta la saciedad.
Nota: 5
Autor: Chus
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