Crítica: Human Embroidery – Submissive servants (2020)


…..Lo interesante, es que el ciudadano común no piense demasiado. Antaño, se decía que era por culpa de la falta de cultura. Sin embargo, en la actualidad, creo que es más que evidente que el problema es que la gran masa es estúpida. Sí, así tal cual. No me cabe en la cabeza como nos han podido convencer para que creamos que es más importante los trozos rectangulares de papel que canjeamos por alimentos y bienes que nuestra propia vida. Además, ¿qué me decís de la religión? Desde pequeños nos han inculcado sumisión. ¿No creéis que es hora de que cambiemos el mundo? Para lograrlo, tan solo tenéis que actuar diferente, no seguir el juego de quienes nos controlan para su propio beneficio. ¡Despertad malditos!, ¡ha llegado la hora de la revolución!
Bienvenidos al universo de Human Embroidery.

El primer E.P de los Death Grindcoretas Human Embroidery «Submissive servants» salió en formato físico el 1 de julio de 2020 gracias a Base Record Production y a Hecatombe Records.

Su line up es: Narcissus Antropophagouses (batería), Pekeño Niño Mugre (guitarra, bajo), Igor Sanchez (voz).

Los vascos no se andan con chiquitas con su Extended Play debut. Después de la instrumental inicial que sirve de introducción, irrumpe ‘In Decadent Moments‘ y es ahí donde se ven realmente por dónde van los derroteros compositivos del asalto. A partir de ese instante, todo es violencia sónica y «golpes relámpago» a troche y moche. Por si fuera poco, si de algo pueden estar orgulloso el power trio en cuestión, es de crear música extrema absolutamente personal y única. No sé qué pensaréis vosotros, pero en los tiempos que corren es difícil toparse con esa cualidad.

Las seis cuerdas os cortarán en mil pedazos sin compasión alguna. Pekeño Niño Mugre, crea un escaparate de riffs devastadores gracias al uso del tremolo picking intercalado con otros de corte más pesados o fluidos, dependiendo de la ocasión. Obviamente, los ramalazos «Core» aparecen cuando menos se espera.

Doble, y a veces triple ración de registros vocales. Profundos growls comparten espacio con guturales agudos rasgados y pinceladas anecdóticas de pig squeal sin problema alguno.

Ya os podéis imaginar la percusión ¿verdad? Efectivamente, Antropophagouses es adicto a los blast beats y a los up tempos, y así nos lo hace saber a lo largo de la obra.

Poca broma con ‘Borders‘, ‘Humbacks by Technology‘ y ‘Calculated Genocide‘. No os digo nada y os lo digo todo, ¡devastación sónica garantizada!

«Ruido» radical creado por amantes del «ruido radical» que solo los ávidos del «ruido radical» sabrán apreciar.

Nota: 7,5
Autor: Chus

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