Crítica: Helioss - Devenir le soleil (2020)

Últimamente, tengo un sueño muy recurrente. Comienzo a levitar empujado por una poderosa ráfaga de aire. De repente, se abre una especie de portal en el cielo. En ese punto, siento un miedo atroz. Es como si absorbiera la luz que me rodea y la mía propia. No puedo evitar el acercarme a él. Un segundo antes de adentrarme en una negrura sin par, grito desesperado. Ahí es cuando despierto bañado en sudor y con las pulsaciones altas. Antes, encontraba la paz cuando caía en brazos de Morfeo, pero desde que tengo esa insistente ensoñación, la ansiedad que me consume durante el día también lo hace durante la noche. No tardaré en perder por completo la poca cordura que me queda, y ni los más potentes fármacos podrán impedir que acabe suicidándome…
Bienvenidos al universo de Helioss.

23 de abril de abril de 2020. Esa es la fecha en la cual Satanath Records, junto con Mourning Light Records, decidieron lanzar al mercado el que ha supuesto el cuarto Larga Duración de los Symphonic Prog Melo Black Death metaleros Helioss titulado «Devenir le soleil».

Su formación es la siguiente: D.M. (voz), Nicolas Muller (guitarra, bajo, teclado). Asimismo, para la grabación del disco han contado con la ayuda de: Mikko Koskinen (batería), Elisabeth Muller (violin), Count D (voces), Frederic Gervais (voces), Aline Boussaroque (voces), Romaric Lamare (voces), Sam Pillay (voces), Aurelien Fouet-Barak (percusión), Raphael Verguin (chelo), Simon C. (saxofón).

El disco que hoy os comento, es ambicioso a más no poder. Las composiciones, cargadas de melodías, exhiben un desarrollo prácticamente impoluto. Os aseguro que la cantidad de matices que contienen no se descubren con una sola escucha. Resultan maravillosas y refrescantes las partes de violín y saxo. Además, los siempre presentes teclados enriquecen muchísimo la propuesta sónica. Sin embargo, hay cosas que a título personal me han chirriado mucho. Os cuento. No entiendo la necesidad de incluir si la ocasión lo requiere clean vocals, al igual que tampoco comprendo el por qué han introducido pinceladas étnicas en la extensa ‘Devenir le soleil‘.
De la producción, ya os podréis figurar que es bombástica y nítida ¿no? Por su lado, el artwork invita a dejar volar la imaginación.

Las seis cuerdas, dan dobles tonos y armonías a troche y moche. El uso de tremolo picking es relativamente limitado. No podía obviar el comentaros que tampoco temen enseñar pasajes de tintes pausados. No irrumpen siempre, pero cuando llegan, los solos os harán vibrar de la emoción.

Menos falsetes, tenemos casi de todo en lo que a voces respecta. Eso se traduce en growls, shrieks y registros limpios tanto masculinos como femeninos.

Dinamismo en estado puro. Sí, hablo de la característica principal de la percusión.

Echadle un oído a ‘The End of the Empire‘ y ‘La lèpre des hommes‘. Para mí, son lo mejor del plástico.