Delante suyo, el hechicero, a lomos del gigantesco dragón, no paraba de hacer signos místicos con las manos. El dolor era insoportable. Su cuerpo comenzó a transformarse en algo que desde luego no era humano. los huesos chasqueaban con fuerza en señal de rotura. Mientras tanto, la piel de la espalda se resquebrajó, embadurnando el suelo de sangre. Emergieron unas huesudas alas. De forma rápida, se les formó cartílago desplegándose por completo. La mente del guerrero quedó destrozada. Miles de recuerdos se arremolinaron durante un instante para desaparecer de golpe. Cualquier resquicio de humanidad tanto física como psíquica desapareció por completo. Ahora era Xint, el fiel siervo de Borch, el más poderoso brujo que jamás había conocido la humanidad.
Bienvenidos al universo de SevenSins.
Satanath Records, junto con MurdherRecords lanzaron el 19 de abril de 2020 al mercado el tercer Larga Duración de los Black Death Thrash metaleros SevenSins llamado «Legends of Kazakhstan».
La formación del combo es: Walter Taro (voz), Amaron (guitarra), Golgorh (batería).
Esta reseña me ha resultado algo complicada de hacer. En líneas generales, os garantizo que el Elepé en cuestión no es malo ni de lejos. El power trio sabe mezclar a la perfección los géneros anteriormente mencionados. Además, las estructuraciones de las tonadas enarbolan la bandera del dinamismo y la variedad con fuerza. Entonces, ¿cuál es el problema? os estaréis preguntando. La pega llega en la recta final del álbum, donde la potencia baja en exceso, destrozando lo que de otra forma podía haber sido todo un señor discazo. De verdad, no entiendo por qué eligieron para concluir el asalto tracks de las características de ‘Kozy-Korpesh / Bayan-Sulu‘ y el cover de Суицид ‘Sleep My Justice‘. No os los voy a describir, así que ya sabéis que tenéis que hacer.
Las seis cuerdas emanan un poder devastador extraordinario. Gélidos y disonantes riffs se unen a embistes letales de tremolo picking e instantes muteados thrashers. Tampoco se le caen los anillos a la hora de exhibir su cara más pausada. Eso sí, gracias a Odín no abusan de ella.
Iracundos y violentos son los registros vocales. Tonos agudos comparten espacio con otros de tintes más profundos. Lo que no entiendo es para qué decidieron incluir clean vocals en los temas malditos que os comentaba en el párrafo principal.
Menos aburridos o planos, la percusión se puede calificar con cualquier adjetivo.
Me hicieron hacer headbanging ‘Manyrak‘ y ‘Serpent Mountain‘, considerándolas de inmediato lo mejor del plástico.
Venerados lectores de Broken Tomb, aunque para mí se han quedado a medio camino de la gloria, no estaría mal que le dieseis una oportunidad. Escuchad este Long Play, hacedme caso.
Nota: 6,5
Autor: Chus
Be the first to comment