Crítica: Testament – Titans of Creation (2020)


Los gigantescos arquitectos observaban desde el principio de los tiempos su «construcción». Idearon no solo cada centímetro del mundo, sino también a los seres que poblarían su creación. Éstos han sido su entretenimiento por toda la eternidad. Hicieron a todas las criaturas mortales. Algunos tenían la fortuna de caer bien a los hacedores. Tanto su vida como su muerte era placida. Otros, la mayoría, les eran indiferentes, otorgándoles una existencia cargada de desgracias y dramas. Tal vez algún día los constructores decidan acabar con su trabajo y empezar de cero. Mientras tanto, seguirían observando impasibles como sufrían sus «mascotas» día tras día…
Bienvenidos al universo de Testament.

Los titanes del Thrash Metal Testament, lanzaron el 3 de abril de 2020 su nuevo trabajo «Titans of Creation» con el sello Nuclear Blast.

Hoy por hoy el grupo lo forma: Eric Peterson (guitarra), Alex Skolnick (guitarra), Chuck Billy (voz), Gene Hoglan (batería), Steve DiGiorgio (bajo).

No voy a engañar a nadie. El grupo de Chuck Billy y cia siempre ha sido uno de mis favoritos dentro del género que ejecutan. Cada redondo que han editado, ha sido la prueba más clara de que el «Metal Apaleador» no solo NO está muerto, sino que puede avanzar e incluir elementos ajenos a éste sin que llegue a ser una fusión de estilos. Sin embargo, confieso que me he quedado algo frío con la nueva obra de los colosos del Thrash. A ver, que nadie se eche las manos a la cabeza. Durante los 12 cortes que conforman el redondo, no hay ni un solo segundo mediocre, todo lo contrario. La estructuración, composición y ejecución siguen la norma de buscar y encontrar la perfección con una facilidad fuera de lo común. A pesar de todo lo que digo, el Elepé me ha resultado más convencional, quedando un poco decepcionado, y más si lo comparo con el genial «Brotherhood of the Snake». Supongo que ha ocurrido porque se han decantado por unas seis cuerdas más típicas, pasándoles factura de forma «negativa». De la producción no puedo acachar nada. Ante grupos de tanto nivel uno sabe que todo va estar en su sitio y efectivamente así es. Eh, ¿qué me decís del artwork? Impresionante ¿verdad?

Como ya he dicho, las «hachas», siempre afiladas y adictivas parecen algo más estándar. En otro orden de cosas, introducen tremolo picking a cuenta gotas y cierto regustillo blacker en ‘Curse of Osiris‘. Por supuesto, la labor de Mr Skolnick es digna de ovación. Por el amor de Odín, ¡cómo toca!

Los registros vocales son iracundos. Lástima que los growls en esta ocasión sean tan escasos. Casi se me olvida, ojo a los guturales agudos rasgados de ‘Night of the Witch‘ y ‘Curse of Osiris

Steve, así como el que no quiere la cosa, ofrenda unas líneas de bajo impresionantes en ‘City of Angels‘ y ‘Code of Hammurabi‘. Siempre grande con su instrumento.

Hoglan, sin decepcionar ni un ápice, también acaba siendo más usual de lo que nos tenía acostumbrado. Por lo demás, cada golpe que le da a la caja o los platos es maravilloso, al igual que su técnica con los bombos.

Me dejaron anonadado ‘Children of the Next Level‘, ‘Dream Deceiver‘, ‘False Prophet’ y la ya nombrada hasta la saciedad ‘Curse of Osiris‘. Por cierto, no se me ha pasado por alto que en la final ‘Catacombs‘ se ha usado el mismo riff inicial de ‘Legions (In Hiding)‘ variando solo por el uso de doble armonía con teclado.

¿El álbum es bueno?, no os quepa duda. ¿Podía haber sido mejor?, también.

Nota: 8
Autor: Chus

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