Crítica: Second Shooter – What Was Left Behind (2020)


No podía parar de llorar. Estaba completamente aterrada. Una estúpida guerra estaba acabando con todo lo que amaba. Primero fue su padre que seguía tirado en medio de la calle. Las moscas ya revoloteaban en él. Lo acribillaron sin compasión. Después, le llegó el turno a mamá. Los invasores entraron en casa. Lo que ocurrió después dejó en su mente una huella imborrable. Cuando acabaron de violarla le dispararon en la cabeza. No sabía que iba a ser de ella. Se preguntaba por qué no le habían hecho nada. Prefería estar muerta a seguir como estaba. A veces, y solo durante unos breves instantes, esperaba que lo que había pasado en la última semana fuera tan solo una pesadilla de la cual despertaría en algún momento…
Bienvenidos al universo de Second Shooter.

El 20 de diciembre de 2019 apareció el segundo E.P del combo de Groove Metal Second Shooter llamado «What Was Left Behind».

Su formación es: Jeff Clark (bajo), James Wilinski (batería), Travis Hildreth (guitarra), Wynn McElwee (guitarra), Melanie Johnson (voz).

Con tan solo seis minutos y medio de música aproximados, es complicado hacer una reseña más o menos decente. Sin embargo, ¡qué diablos, vamos allá! De entrada, a la etiqueta anteriormente mencionada, también le añadiría la de Hardcore Metal. Las dos tonadas que conforman el Extended Play no caen en la desidia musical, resultando enérgicas y fluidas a más no poder. Se agradece cuando un conjunto no se dedica únicamente a ofrendar una propuesta ultra pesada sin más. La producción, sin llegar a ser mala tiene sus fallos. ¿Por qué el bajo llega a sonar más alto que las guitarras? Respecto a la portada, al menos a este humilde redactor le transmite desolación y soledad.

Continuados y rotundos resultan los riffs. Adjuntan más cambio de lo esperado en los susodichos en la inicial ‘9th Street Malice‘, cosa que es de agradecer. Los solos resultan efectivos, cumpliendo a la perfección su cometido.

De la garganta de Melanie Johnson solo sale pura ira. Buena labor la de esta mujer tras el micrófono.

Las bass line, sin hacer nada del otro mundo tienen presencia. Como ya apuntaba en el párrafo principal, debido a un exceso de volumen atronan más de lo debido. Asimismo, en la final ‘Sacrificial Camouflage‘ cobra especial protagonismo.

A medio gas o a up tempo de pulso lento va la percusión.

No inventan nada nuevo ni lo pretenden. Si buscáis una buena ración de agresividad controlada os gustará el trabajo que hoy he reseñado para todos vosotros.

Nota: 6
Autor: Chus

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