Crítica: The Malice – Legions of the Dawn (2020)


Los muertos se levantaron de sus tumbas. No como zombies, sino como engendros de Satán. Los más poderosos, lucían una retorcida cornamenta. El resto, eran cuerpos en avanzado estado de descomposición con completa y maléfica capacidad de razonar. Mientras que en la Tierra las masacres comenzaron de inmediato, en el Paraíso se libraba una contienda muy diferente. El Señor Del Infierno estaba sentado en frente de su creador. De forma pausada, le comentó que quería el control total de su tan querida obra, si no, exterminaría a todos los habitantes de la Tierra para después transformarlos en demonios…
Bienvenidos al universo de The Malice.

El 25 de marzo de 2020, Satanath Records lanzó nuevo L.P de los Death metaleros The Malice llamado «Legions of the Dawn».

El grupo lo forma: Claudio Enzler (voz), Hubbe Liljegren (todos los instrumentos y lírica). Para los shows en vivo cuentan con: Johannes Gustavsson (guitarra), Jesper Gustafsson (bajo), Gustav Elowson (batería).

Con nada lanzamiento, estos tíos demuestran una y otra vez su altísimo nivel. De verdad, ¿realmente son conscientes de lo buenos que son? Para este humilde redactor son sin duda el mejor conjunto actual dentro del género que ejecutan. Con su nuevo Elepé, las cosas, en el buen sentido de la palabra no cambian. Nos volvemos a topar con unas composiciones intachables, cargadas de oscuridad e intensidad a partes iguales. Tal vez, hayan sido menos dados a exhibir su vertiente más enrevesada. Sin embargo, os puedo asegurar que no se han olvidado de ella. La producción es típica debido al uso del HM2, mientras que el artwork es escalofriante.

Las seis cuerdas son todo un ejemplo a seguir para cualquier novato que quiera saber cómo se debe de ejecutar y crear «Metal Muerto». Riffs fluidos a troche y moche le dan la mano a punzantes armónicos e instantes de tremolo picking para formar una muralla sónica infranqueable.

No hay sorpresas en los registros vocales. ¡Grows y más growls camaradas!

De impresionante se podría calificar la percusión. La celeridad, los cambios de giros rasantes y la contundencia son las señas de identidad en este apartado. Por supuesto, todas esas características están expuestas de la mejor manera que os podáis imaginar.

Todos y cada uno de los tracks que componen el álbum son sencillamente perfectos. A pesar de ello, las intrincadas ‘Purson‘, ‘The Son ov Midian‘ y ‘Bebal‘ son mis predilectas.

Otro plástico perfecto dentro de la discografía del dúo sueco germano. Tenéis que tenerlo en vuestra colección sí o sí.

Nota: 10
Autor: Chus

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