Crítica: Underule – Into Dust (2019)


La nube de polvo era inmensa y opaca. No permitía ver nada a varios kilómetros a la redonda. Además, incluso si la espesa capa de tierra no existiese, sería igualmente imposible rastrear la zona por culpa de la explosión de la central nuclear y las bombas enemigas. Al cabo de unas horas, sin que nadie tuviese constancia de ello, algunos escombros de la zona en ruinas comenzaron a moverse. De allí emergió una siniestra figura grisácea de extraña y rugosa piel. Presumiblemente, en otro tiempo fue un hombre de mediana edad. Al cabo de unas horas, donde el individuo se mantuvo en pie e inmóvil, comenzó a quitar parte de las ruinas que tenía a su alrededor. Sacó al cadáver de su mujer y su hijo pequeño. El mayor seguía vivo y se estaba transformando en una criatura similar a la que lo había hecho su padre. La guerra se lo había quitado todo y los había transformado en monstruos…
Bienvenidos al universo de Underule.

El 28 de enero de 2019 apareció el primer L.P de los Death metaleros Underule llamado «Into Dust». El redondo, fue lanzado por Nice to Eat You Records y Sevared Records.

Su line up es: Marcin Jarosz (bajo), Klaudia Moroń (guitarra), Tomek Puchalski (guitarra), Tomek Kryszan (batería), Karol Cieślik (voz).

Poca broma con el debut de los polacos. Casi media hora de pura devastación sónica os espera si os atrevéis a darle al play al susodicho. Las canciones, están bien trabajadas, consiguiendo un empaque impecable sin llegar a caer en la sensación de que estamos oyendo una y otra vez lo mismo. No obstante, al menos para este humilde redactor, habría que mejorar la producción o mejor dicho el volumen de las seis cuerdas. En ocasiones, parece que los tambores se las comen. La portada resulta inquietante y fresca, pudiendo ser utilizada como carátula de alguna película de terror si se quisiese.

«Hachas» entrecortadas y siniestras hasta no poder más os trocearán sin compasión mientras gritáis pidiendo ayuda. Introducen por supuesto ataques de tremolo picking. Si la ocasión lo requiere, aparecen unos muy efectivos solos que os subirán las pulsaciones irremediablemente.

Los claramente predominantes growls cavernosos, les ceden espacio a unos guturales agudos rasgados en ‘War Machine‘.

Os harán alucinar las cuatro cuerdas en ‘Slaves of Evil‘ y ‘Revelation‘. ¡Qué gran labor en ambas canciones la que hace Marcin Jarosz!

Aporreados de forma variable están los tambores. La celeridad manda y no tu banda. Ahí dejo eso.

Recalcaría ‘Into Dust‘, ‘Torturer‘, ‘Slaves of Evil‘ y ‘Revelation‘ como lo mejor del plástico.

Si sois afines a este tipo de propuestas y no conocéis al quinteto que ha firmado la grabación que hoy ha protagonizado la reseña que estáis leyendo, ya tardáis en hacerlo.

Nota: 8
Autor: Chus

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