Crítica: Abisme – As Fear Falls In (2020)


Afirmaba que la vida era como estar encerrado en un cubículo de alambre de espinas. Cada movimiento era doloroso y la mayoría de los casos obligatorio. No le costaba reconocer que el miedo era quien lo controlaba. Si por él fuese, tan solo se sentaría en un lugar tranquilo a esperar la muerte. Hacía demasiado tiempo que no le interesaba nada, con lo que pesada lucha con el día a día era cada vez más agónica. No tenía pareja ni pensaba tenerla. Solo de pensar que existiese la más mínima posibilidad de traer al mundo a otro ser vivo para que padeciese por las mismas calamidades que lo consumían, conseguían que se volviese aún más introvertido. ¿Tendría alguna vez valor para agarrar el toro por los cuernos u optaría por el suicidio?
Bienvenidos al universo de Abisme.

El 7 de febrero de 2020, los Death Black metaleros Abisme lanzarán su primer trabajo «As Fear Falls In» con la ayuda y promoción de Blood Fire Death.

El conjunto lo forma: Anna (guitarra y voz), Joan (guitarra y voz), Uri (bajo), Kino (batería), (Victor Gato (batería en el Elepé).

De normal, una vez se inicia nuevo año suelo hacerme una pregunta: ¿qué L.P será el primero que despunte? La respuesta esta vez es bien simple. Efectivamente, el debut de los de Barcelona se llevan el gato al agua. ¡Tremendo discazo!. La agrupación nos transporta directamente a Suecia, a la época dorada de los estilos anteriormente mencionados para destrozarnos el cráneo. Sin que en ningún instante procuren esconder las claras influencias de los primeros Dissection o At The Gates, su propuesta resulta auténtica y abrasadora. Las tonadas, además de ser extensas en minutaje, están elaboradas con una clase que solo los grandes pueden alcanzar, regalándonos lo que para mí es toda una OBRA MAESTRA. Para más inri, las inclusiones puntuales de piano les ha otorgado un toque de dramatismo extra genial. Si no me creéis, echadle un oído a la final e instrumental ‘The Struggle‘. La producción resulta algo tosca, mas ni de lejos mala. Por su lado, el artwork… uff, ni fu ni fa. La portada no deja que desear, pero no termina de cuajarme del todo.

Apasionadas, oscuras, melancólicas y ante todo letales. Estoy hablando de las cualidades de las seis cuerdas. ¿Faltan embistes de tremolo picking , riffs fluidos y pesados o dobles armonías?, por supuesto que no. Los solos, no sabría cómo explicarlo de forma correcta. Tienen un algo especial…

Las voces se basan en dos tonos de growls: Unos más profundos y otros más «agudos». Como anécdota, introducen susurrantes y macabras clean vocals femeninas en ‘Gateless Call‘.

Las cuatro cuerdas os maravillarán en la anteriormente mencionada ‘Gateless Call‘ y ‘What Open Eyes Brings‘.

Destructores y siempre variables son los parches. Perfecto equilibrio entre celeridad y contundencia sí señor.

¿Tracks a destacar?, claro, TODOS. El disco que ha protagonizado la reseña de hoy es de escucha y compra obligatoria.

Nota: 10
Autor: Chus

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