Crítica: Paganizer – The Tower of the Morbid (2019)


Los rayos caían sin cesar en las baldías tierras del moribundo páramo. Parecía que en esa ocasión la tormenta iba a destrozarlo todo. En lo alto de la torre más alta de la inmensa fortificación, se encontraba el dueño y señor de todo el planeta. Era considerado todo un dios y no era para menos. Después de conquistar decenas de mundos, sometido a millones de formas de vida, la suya estaba llegando a su fin. Había contraído una extraña enfermedad que estaba consumiendo a pasos agigantados su exoesqueleto. Cada día era más frágil en todos los aspectos. Mas temprano que tarde sería incapaz de contener los ataques de los rebeldes. Lo que más miedo le daba era ser apresado por sus enemigos. De seguro le infringirían torturas inimaginables, manteniendo el sufrimiento durante días. Todo por lo que había luchado se iba a esfumar a manos de un puñado de malditos humanos…
Bienvenidos al universo de Paganizer.

Paganizer, el combo de Death Metal procedente de Suecia, lanzó su nueva obra el pasado 27 de octubre de 2019 gracias a Transcending Obscurity Records. El disco, fue bautizado con el nombre de «The Tower of the Morbid».

Su line up es: Rogga Johansson (guitarra y voz), Matthias Fiebig (batería), Martin Klasén (bajo), Kjetil Lynghaug (guitarra).

Después de hacer reseña a lo último de Grisly y Rogga Johansson (proyecto del mismo nombre que su creador), sinceramente me esperaba más de lo mismo. Ambos trabajos me resultaron predecibles y desacelerados. Imaginad con que expectativas y ganas encaré antes de oír una sola nota el disco de hoy. Gracias a Odín y para mi sorpresa, el Elepé en cuestión me ha dejado un muy buen sabor de boca. Las tonadas resultan variadas, pero siempre intensas. No baja ni un ápice el dinamismo ni la calidad de las susodichas en ningún momento. Asimismo, la producción… Bueno aquí ya pecamos de ser muy manidos. Suenan como cualquier conjunto de «Metal Muerto» sueco. Lo que es una maravilla es el artwork. Tremenda portada.

Mórbidas en exceso… Un momento, nunca son demasiado mórbidas las «hachas» en este género. Ahora en serio, la maldad que desprende los instrumentos de Kjetil y Rogga es apabullante. Usan riffs fluidos y embistes de tremolo picking. No se olvidan de introducir partes dramáticas a más no poder. Cuidado con los solos. Vale, no irrumpen siempre, mas cuando llegan, destrozan todo lo que se les pone por delante sin miramiento alguno.

Es absurdo describir los registros de Mr Johansson. Growls sin tonterías es lo que expulsa este hombre.

Intensa y eficaz resulta la labor de Matthias tras su kit de tambores. Le alegra a uno el día sus ráfagas de «golpes relámpago». Buenos cambios de recorrido hace sí señor.

Recalcaría ‘Cannibal Remains‘, ‘Drowning in Sand‘ y ‘Demented Machines‘. ¡Tremendos zambombazos sónicos!

No será lo mejor del año, aunque bien que disfrutaréis. Echadle un oído, no os arrepentiréis.

Nota: 7 
Autor: Chus

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