Crítica: Cleric – Serpent Psalms (2019)


Aquel lugar era un mundo donde las artes arcanas y la tecnología se habían unido, creando un paraje siniestro. Su sociedad, parecía anárquica. Las reglas se basaban en el ojo por ojo. Los asesinatos y violaciones se perpetraban con tanta facilidad como los actos de venganza. Justo en el centro del planeta, se encontraba una gigantesca fortaleza. Los ancianos contaban que allí residían los dioses encargados de mantener viva la fuerza vital del globo. ¿Qué secretos guardaba la divina construcción y quién o quienes la habitaban en realidad? Nadie que había intentado entrar había salido de allí con vida…

Bienvenidos al universo de Cleric.

El 25 de octubre de 2019, verá la luz el segundo trabajo de los Death Metaleros Cleric llamado «Serpent Psalms». Los sellos encargados de su lanzamiento serán Redefining Darkness Records y Raw Skull Recordz.

Su line up es: Zac (voz), Todd (bajo), Chris (guitarra), Ben (guitarra), Zach (batería).

Ay señor llévame pronto… Creo que comienzo a tener un serio problema con los conjuntos que usan el HM2. ¿Por qué se empeñan en sonar exactamente iguales que la primera oleada de «Metal Muerto» de Estocolmo en vez de labrar su propio camino? La banda que ocupa esta reseña le pasa exactamente lo que acabo de comentaros. No son mejores que sus influencias y en casi ningún momento, destacan sobre el millar de clones. No obstante, quiero dejar constancia de que el quinteto americano NO es mediocre de ninguna manera. El disco en cuestión me ha gustado, más la falta de personalidad llega a ser un lastre que ojalá lleguen a desprenderse en un futuro próximo. La sensación generalizada que da el Elepé es positiva. Las composiciones resultan oscuras y convincentes, no bajando el nivel en ningún momento. De la producción no voy a comentar nada más. Ya os la podéis imaginar ¿no? Respecto a la portada… ¡Tremendo artwork!

Crujientes y siniestras son las seis cuerdas. Chris y Ben ofrendan una ración sustanciosa de riffs fluidos y pesados. Por supuesto, y como era de suponer, las dobles armonías y los empujes de tremolo picking no faltan. La lead guitar no aparece demasiado, aunque cuando irrumpe cumple a la perfección.

Nada que decir sobre los alaridos guturales de Zac. Lo que regala son growls de un solo tono en todas y cada una de las tonadas.

El kit de tambores, sin olvidarse jamás de la celeridad más insana, me ha dado la sensación de que tiende a ir más a medio gas. 

Han llamado especialmente la atención de este humilde redactor ‘Of Twilight and of the Grave’, ‘Satan Be Thy Name’ y ‘Forever Coils the Serpent (Opener of the Way)’. En especial esta última, gracias a la inclusión de unas «hachas» dramáticas.

Para concluir, solo os puedo decir una frase más: Nada nuevo bajo un horizonte demasiado trillado.

Nota: 6,5
Autor: Chus

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