Crítica: Lefutray – Human Delusions (2019)


Estaba harto de ser utilizado por los demás. ¿Qué había de él? Hiciera lo que hiciera salía perdiendo. Estaba inmerso en un mar de sueños rotos. Cada día que pasaba eran una autentica tortura. Al mirarse al espejo, tan solo veía a un perdedor frustrado. Los pequeños logros personales cada vez le servían de menos. Para colmo, desde hacía unos meses, tenía la sensación como si algo extraño, una sombra malvada se moviese a su alrededor. Tal vez estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba. Lo único que tenía claro era que o dejaba de sufrir, o tomaría las medidas necesarias para hallar la paz…
Bienvenidos al universo de Lefutray.

El 24 de mayo de 2019, Massacre Records lanzó el cuarto álbum de los Groove Thrash metaleros Lefutray llamado «Human Delusions».

El conjunto lo forma: Yonattan Muñoz (batería), Cristian Olivares (guitarra), Juan Vejar (voz), Miguel Hernández (bajo).

Un miedo indescriptible suele recorrer todo mi cuerpo cuando leo la etiqueta «Groove». De normal, las bandas que ejecutan este género en la actualidad carecen de chispa, basando su propuesta musical en «hachas» y tambores pesados, simples y con muy pocos cambios. Sin embargo, los de Chile sin duda saben muy bien cómo hacer las cosas. Da gusto cuando uno se topa con «ruido» de buen nivel.  El disco en cuestión no solo es tremendamente sólido, sino que también sorprende con elementos ajenos a esta forma de ejecutar el estilo en cuestión. Pero sobre ello, hablaré un poco después, cuando comience a describir de forma general los diferentes instrumentos como suelo hacer siempre. Los 9 cortes que componen el redondo resultan adictivos y trepidantes, convirtiéndose su escucha en un viaje que los delicados de corazón posiblemente no aguanten debido a su intensidad. La producción es contemporánea y nítida. Por su lado, la portada, al menos para mí es una maravilla. Arwork torturado y atípico. Así da gusto.

Gruesas y letales son las seis cuerdas de Mr Olivares. En su forma de encarar el instrumento, comprobamos que la fluidez, la potencia y el dramatismo no faltan. Ahora bien, cuando irrumpen instantes muy puntuales pero geniales de tremolo picking y armónicos, la mandíbula se cae al suelo de la sorpresa.  Los solos son inexistentes, mas tampoco se acaban echando de menos.

El registro vocal de Juan Vejar, recuerda a veces al de Randy Blythe de Lamb Of God, aunque él es menos dado a los gritos innecesarios del de Virginia.

Los parches son variables. La celeridad está a la orden del día, uniéndose a la perfección con la contundencia para crear un equilibrio total entre ambas partes. Ah casi se me olvida. ¿Os gustan los blast beats? Si la respuesta es sí, más de uno hay por ahí desperdigado. ¡Muy bien, sí señor!

Destacaría las abrasivas ‘The Mist’ y ‘The Waiting’.

Tanto bombo como se le dio en su momento a grupos como Chimaira y similares… Qué lástima, estoy completamente seguro de que si fuesen de Estados Unidos se comerían el mundo. No obstante, que les quiten lo bailado, estos tíos valen mucho la pena. Escuchadlos, hacedme caso.

Nota: 7
Autor: Chus

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