Crítica: Pinewalker – Migration (2019)


Se negaba a seguir el camino del resto de sus compañeros y hermanos. ¿Es que era el único que pensaba que las cosas podían ser de otra forma? Todos estaban sanos, no había razón para dejarse morir de forma tan absurda. Ya ni recordaba cuantas veces lo habían llamado o tomado por loco. Nadie le tomaba en serio, tan solo era alguien que simplemente no estorbaba demasiado. Cuando las temperaturas comenzaron a bajar, estaba decidido a salir de allí. Buscaría tierras más cálidas así le fuese la vida en ello. Intentó convencer al que hasta ese momento era su mejor amigo. Para su sorpresa, resultaba que ni él estaba dispuesto a acompañarlo. Pasaron varios días durante los cuales estuvo dándole vueltas a la cabeza. Podía marcharse y morir en su intento de demostrarse a sí mismo y al resto que tenía razón, o dejar perecer primero su espíritu y después su cuerpo, quedándose donde estaba. Hiciera lo que hiciera sentía que de igual forma ya había perdido…
Bienvenidos al universo de Pinewalker.

El 6 de septiembre de 2019, apareció el nuevo álbum de los Groove Sludge Doom metaleros Pinewalker llamado » Migration».

El combo lo forma: Nate Perkins (batería), Ethan Jentzsch (bajo), Sam Roe (guitarra y voces), Jason Kennington (guitarra y voces), Tarran Mead (guitarra y voces).

Sin que existan grandes alardes de originalidad, os puedo asegurar que la propuesta del quinteto de Utah es digna de ovación. La energía que desprenden todas y cada una de las tonadas que componen el Elepé en cuestión es terriblemente contagiosa. Tanto, que casi sin daros cuenta estaréis haciendo headbanging a ritmo de unas seis cuerdas que enganchan muchísimo. Además, cabe resaltar sus desarrollos. Así da gusto camaradas. La producción es aguerrida y nítida. Asimismo, el artwork no sabría cómo explicarlo, pero al menos para mí tiene algo especial.

Adictivas, obsesivas y potentes. Amigos, supongo que sobra decirlo, pero por si no sabéis de lo que hablo os lo aclaro ahora mismo. Describía lo que las «hachas» os harán sentir. Degustaréis riffs fluidos, pesados y a doble armonía. Los solos, sin llegar a ser un ejemplo de técnica, emocionan, y a fin de cuentas de eso es de lo que se trata ¿no?

Las voces son agresivas y emocionantes. Sus tonos pasan desde violentos growls y guturales agudos rasgados a clean vocals más cercanas al Stoner.

Excepto en ‘Burning Earth’, donde el up tempo aparece tímidamente, en el resto de temas lo que predomina en cuanto a lo que vienen siendo la percusión es ir a medio gas.

Recalcaría las geniales ‘Self Vs. Self’ y ‘The Thaw’. Echadle un oído y sabréis por qué han sido mis favoritas.

Los de Estados Unidos tienen algo que los hace únicos y eso no lo puede decir la mayoría. Anda, haced caso a este viejo Metalhead y dadle una oportunidad.

Nota: 7
Autor: Chus

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