Crítica: Nocturnus A.D – Paradox (2019)


Con las pulsaciones peligrosamente altas, el capitán de la nave corría por unos pasillos que se le antojaban en aquellos momentos infinitos. El resto de la tripulación habían perecido a manos del ciborg creado por la misma inteligencia artificial que mantenía la atmosfera de la nave en funcionamiento. Curiosamente, cada vez estaba más seguro de que aquel montón de chatarra podía acabar con él en cualquier momento con el simple hecho de crear una descompresión. De hecho, creía firmemente que no lo hacía porque aquel montón de chips estaba disfrutando con su macabro juego. Si conseguía llegar al puente, ¿cómo engañaría a los sistemas de seguridad de la potente computadora? Además, el esperpento mecánico le pisaba los talones. Tenía que volver a tomar el control pronto, ¡era cuestión de vida o muerte!
Bienvenidos al universo de Nocturnus A.D.

Señores, el 24 de mayo de 2019 será un día grande. Los reformados y míticos Nocturnus A.D – antes Nocturnus a secas- volverán a la carga con un nuevo trabajo llamado «Paradox». El sello encargado de realizar tal edición no es otro que Profound Lore Records.

El line up es: Mike Browning (batería y voz), Demian Heftel (guitarra), Belial Koblak (giutarra y voces), Daniel Tucker (bajo), Josh Holdren (teclado).

Hermanos, sin temor a equivocarme, los de Florida han creado el MEJOR DISCO DE TECHNICAL DEATH METAL DEL AÑO. Esto sí que es una vuelta como Odín manda y no lo que hizo At The Gates en 2014. El Elepé es tan fresco como sorprendente, demostrando unas composiciones perfectas y repletas de matices, que conseguirán volaros los sesos sin ningún problema. Por supuesto, la producción es impoluta, añadiéndole un genial regustillo muy de primeros de los 90. Respecto a la portada, es muy del estilo exhibido en su primer Long Play de 1990 «The Key». O sea, ciencia ficción pura.

Variables, intrincadas y sobre todo adictivas. ¿De qué estoy hablando ahora?, pues de las seis cuerdas. Realmente juro que no me emocionaba tanto al escuchar un Long Play desde hacía años. Hallaréis los riffs fluidos, a doble armonía y pesados. Ojo a la lead guitar. No digo más.

Los guturales de Mike son agresivos mas no cavernosos. Da gusto volver a catar registros así.

De forma intensa son aporreados los tambores. La pregunta es, ¿por qué el resto no tocan así? Festival de giros de camino, rotundidad y celeridad.

¿Canciones a destacar?, claro, TODAS. Obligada tenía que ser la compra de esta OBRA MAESTRA. Amigos, de verdad, «Paradox» no os puede faltar en vuestra colección.

Nota: 10
Autor: Chus

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