Crítica: Festerday – Iihtallan (2019)


El destructor de mundos, consiguió escapar de la prisión donde fue confinado en el principio de los tiempos. Éste, se quedó asombrado por cómo había evolucionado todo desde entonces. Incontables galaxias habían surgido de la semilla que El Creador había hecho germinar en el «Mantillo Cósmico». Durante el encierro, había conseguido aumentar sus poderes. Debido a que consiguió metabolizar la energía que lo mantenía enrejado hasta absorberla en su totalidad, consiguió hacer desaparecer la cárcel de energía. Ahora, podía rivalizar con el mismísimo Dios. Había llegado el momento de poner los cimientos para lo que sería su Reinado De Terror estelar…
Bienvenidos al universo de Festerday.

Season of Mist Underground Activists publicó el 4 de enero de 2019 el primer Larga Duración de los Death Metaleros Festerday bautizándolo con el nombre de «Iihtallan». Como recordaréis, Broken Tomb también os ofreció la reseña de su asalto previo en formato de E.P «Cadaveric Virginity».

Dicho esto, pasemos a su actual line up. El grupo lo forma: Timo Kontio (guitarra), Teemu Saari (guitarra), Kena Strömsholm (voz), Antti Räisälä (bajo), Jani Kuoppamaa (batería).

Señores, mientras que en su anterior Extended Play la cosa pintaba mucho mejor, el Larga Duración que hoy protagoniza estas esquelas me ha aburrido considerablemente. De hecho, y teniendo en cuenta su minutaje, podrían haber reservado la mitad del material para la publicación de un segundo Elepé. De esta forma, su escucha integra se hubiese hecho mucho más llevadera. Ahora bien, os preguntaréis cual o cuales han sido las razones que han sepultado el plástico bajo toneladas de aburrimiento ¿verdad? La respuesta es muy simple: exceso de similitud en la estructura de las tonadas. Las canciones son tan predecibles como monótonas. A su vez, el hecho de no incluir muchos riffs por tema, ir generalmente a medio gas y no introducir solos no ha ayudado a que la nota final suba precisamente. Lo que más rabia da, es que los de Finlandia cuando se emplean a fondo tienen chispa, pero parece que en esta ocasión han decidido hacer un corta y pega a su manera de componer. En otro orden de cosas, el sonido sigue siendo «asuecado», añadiendo un artwork oscuro y trascendental.

Las «hachas», son siniestras a la par que mastodónticas. No obstante, y como decía un poco más arriba, el escaparate de las nombradas está más vacío de lo que debiera. Las seis cuerdas son pesadas, fluidas y con entradas a una cuerda. Las dobles armonías no sobran precisamente. Para más inri, y a riesgo de reiterar en exceso algo anteriormente comentado, podéis ir olvidándoos de la existencia de una lead guitar.

En lo que a registros vocales se refiere, tropezaréis con una doble tonalidad. Los preponderantes guturales agudos rasgados comparten protagonismo con las ínfimas pinceladas de growls profundos.

Los parches son contundentes. A pesar de los predominantes mid tempos, no se olvidan por completo de la celeridad.

Destacaría ‘Vomiting Pestilence’, ‘Flowers of Bones’ y la versión más cruda de ‘Let Me Entertain Your Entrails’ como lo mejor del redondo.

Esperemos que se pongan las pilas para los próximos embistes y ganen algo de dinamismo.

Nota: 5
Autor: Chus

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