Crítica: Cruciatus – Slaughter In Bojaya (2019)


El caos se apoderaba de la taberna a la par que el plomo la agujereaba. Los allí presentes, mientras que las balas los traspasaba, parecían estar bailando una danza macabra. Su sangre salpicaba las paredes. Entre todo el mare magnum, un pequeño de tan solo 7 años, completamente aterrado, sollozaba bajo la barra. Se había orinado encima, y a pesar de saber que si lo encontraban moriría al igual que su padre no podía dejar de gritar. El progenitor estaba a su derecha tirado bajo un charco de sangre. Sus ojos, ya vidriosos se clavaron en los del infante justo antes de fallecer. El sonido de los disparos y los casquillos cayendo cesaron. Pisadas de varios hombres se acercaron cautelosamente a su posición. El niño alzó la vista. Tres hombres vestidos de negro lo observaron fijamente. Gruesos pasamontañas cubrían sus rostros. Se miraron entre ellos. Tras un minuto que pareció una eternidad, bajaron las armas. Dieron media vuelta, y sin soltar palabra alguna, se fueron del bar. El pequeño había sobrevivido a la masacre. Sin embargo, se juró a sí mismo que un día descubriría quienes habían hecho eso y les daría caza hasta acabar con ellos.
Bienvenidos al universo de Cruciatus.

Tras diez largos años de espera, el primer L.P del combo de Brutal Death Grind / Goregrind Cruciatus titulado «Slaughter In Bojaya» vio la luz el 23 de enero de 2019.

Su actual line up es: Rudolf (batería, compositor y coros), Tatiana Baena (voz y lírica), Eryck Falla (guitarra y bajo de sesión).

Durante la escucha del susodicho disco, me he topado con varias cosas que han hecho que la nota final bajase. En primer lugar, desde mi punto de vista, hasta que no se llega al cuarto corte el Larga Duración no termina de cuajar. Por otro lado, la producción en sí ha dejado que desear. El sonido de las «hachas» en las dobles armonías, y sobre todo el de la batería, que resulta muy artificial, me ha taladrado considerablemente. Dicho esto, en líneas generales, no creo que ningún fanático de este tipo de sonoridades no se deje el cuello ante el violento asalto de los de Colombia. Las composiciones son simples, directas y sobre todo trepidantes. Tanto es así, que la aproximada media hora de duración sabe a poco, muy poco. Esperemos que para la creación y edición del segundo álbum no nos hagan esperar tanto, ya que la valía del power trio está fuera de toda duda. Ah, casi se me olvida, atentos a las covers de Reencarnación y Burzum que se marcan en este Long Play.

Cada nota que sale de las seis cuerdas de Eryck os despellejará sin compasión. Los riffs son fluidos, pesados y descarnados.

La labor de Tatiana es digna de ovación. Tremendo registro el de esta mujer. Los predominantes growls de ultratumba comparten protagonismo con otros más altos y rasgados.

Respecto a la percusión, Rudolf arrasa con todo lo que se le pone por delante con sus infernales cambios de celeridad.

Personalmente, destacaría la bestial ‘Sexual Explotation’ como lo mejor del embiste.

Lástima que para este humilde redactor cometiesen los fallos anteriormente mencionados. Os aseguro que, si estos no existieran, la valoración final sería mucho más alta.

Nota: 6
Autor: Chus

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