Crítica: Kraanium – Slamchosis (2018)

"BrokenTomb"


Estábamos a punto de ser desahuciados. La situación era insostenible. Yo acababa de perder mi empleo, y el de mi mujer no era suficiente para poder mantener a nuestros dos hijos pequeños. Sabía que tenía que hacer lo imposible para conseguir pasta, así que, después de informarme, accedí a formar parte de un experimento médico.  Por supuesto, tuve que firmar papeles dando mi consentimiento a los matasanos.  En los documentos, se informaba claramente que el estudio duraría un mes y la cantidad de dinero que iban a ingresar en mi cuenta tanto si sobrevivía como si no. Me era imposible rechazar aquello. Al llegar al centro, me trasladaron a una habitación. El cuarto estaba recubierto con cortinas de plástico. Me desnudaron por completo y me inyectaron una serie de tubos por todo el cuerpo. Al instante, perdí todas mis fuerzas. Era como si de repente hubiese envejecido de golpe. Mi cuerpo comenzó a consumirse.  En cuestión de minutos, me convertí en una especie de zombie putrefacto. Podía ver perfectamente como mis pulmones se llenaban y vaciaban de aire, mientras que los músculos de las piernas se descomponían. Mi propio hedor me producía vómitos que acababan corriendo garganta abajo, hasta gotear por mis costillas, manchando poco después los intestinos. Es muy posible que ni tan siquiera llegue a ver la luz del sol mañana. Al menos, si muero, mi familia verá la gran suma de parné que los mantendrá en casa al menos un tiempo…
Bienvenidos al universo de Kraanium.

Los amantes del mejor Slam Brutal Death Metal, hemos tenido que esperar tres largos años hasta que los titanes del género, Kraanium, han publicado su nuevo trabajo "Slamchosis" el 26 de octubre de 2018 por el sello Comatose Music.

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El internacional conjunto lo forman: Mats Funderud (guitarra y voces), Jason Varlamos (guitarra), Erhan Karaca (batería), Mika da Costa (bajo), Jack Christensen (voz).

¿Nunca habéis oído eso de que la cabra tira al monte?, supongo que sí. Pues eso es lo que le sucede a este humilde redactor cuando llegan a sus panales auditivos redondos del género anteriormente nombrado. Ya me hacía falta algo así camaradas. Pero bueno, después del siempre innecesario acto de divagar, ¿qué os parece si nos metemos en lo que es la reseña en sí? El quinto asalto de este grupo se nos presenta tan sanguinario como siempre. Cierto es que no innovan dentro de su forma de componer, y menos dentro del estilo que ejecutan. Pero ay madre, nadie puede negar que lo hacen de miedo. Durante los casi 40 minutos de pura masacre sónica, las guitarras densas y dinámicas les dan la mano a unos parches en constante cambio, dejándonos una vez más con las vértebras completamente destrozadas. Y si no que me lo pregunten. Me ha sido imposible reprimir el headbanging mientras sonaba el Long Play en cuestión. Creo firmemente que cualquier seguidor de estas sonoridades quedará por completo satisfecho si oye este redondo. Para más inri, la producción es la idónea y el artwork tan crudo como era de esperar.

Los riffs, veloces, o densos y pesados si la ocasión lo requiere, conseguirán reventaros por completo cada hueso de vuestro maltrecho cuerpo.

Más profundos que un agujero negro son los growls de MR Christensen. Asimismo, no se olvida de incluir pinceladas de Pig Squeals, añadiéndole más intensidad si cabe a su interpretación.

Atentos a la percusión. Los cambalaches de celeridad rasantes no os dejarán ni un segundo de respiro. Como siempre, predomina la contundencia a la velocidad. Aunque por supuesto no nos faltan los up tempos ni los blast beats más imposibles.

Destacaría "Slam Her Guts Out" por ser la más extrema en lo que a velocidades se refiere. ¡Vaya tela!

Amigos, he disfrutado más con este embiste que un niño el día de reyes abriendo sus regalos. Como último apunte, se podría resumir toda la crítica en la siguiente frase: Si algo funciona a la perfección, ¿por qué cambiarlo? Dicho esto, ¿¡a qué esperáis?!, ¡catadlo ya!

Nota: 8,5
Autor: Chus

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