Antes de que tuviera oportunidad de reaccionar comenzaron a golpearme. Rápidamente caí al suelo. Miré a mi alrededor buscando a mi compañero, pero solo podía oír los gritos de terror y dolor que producía. En ese momento solo podía pensar en dos cosas; salir vivo de allí y vengarme de esos barbaros.
Al despertarme me encontré encerrado en una pequeña jaula. Estaba tremendamente asustado y confuso. Miré a mi alrededor buscando a mi camarada. Lo que vi me heló la sangre y me hizo vomitar. Mi amigo estaba boca abajo, colgado de los pies con las manos atadas. Gritaba y pedía clemencia. A más lo hacía, más carcajadas provocaba en nuestros captores. Aterrorizado pensaba el por que de todo esto, y me preguntaba como acabaría. En ese momento entró el que parecía ser su cabecilla. En su mano derecha empuñaba una especie de cetro. En su extremo superior se podía ver una calavera humana con una mascara de gas. Se acercó a mi acompañante y le susurró algo al oído. Él lo miró con una expresión entre pánico y odio. Entonces, del cinturón sacó una gran jeringuilla, rellena de una sustancia de color verde. Le inyectó ese químico en el cuello. Mi compinche empezó a convulsionar. Al cabo de un momento, su cabeza comenzó a emanar una especia de humo, como si esta comenzara a arder. Y así era realmente. Sus alaridos se incrustaron en mi mente y alma, inundándome una gran sensación de ira e impotencia. No podía hacer nada por él. El olor a carne quemada llenó toda la sala de tortura. Al morir, presencié como lo rajaban en canal y sacaban sus entrañas. Seguidamente, comprendí que estas bestias eran caníbales, y cual sería mi destino si no conseguía salir de allí pronto.
Perdí la noción del tiempo, y jamás llegué a saber cuantas horas trascurrieron desde que entré a ese macabro lugar. A lo que deduje que era la mañana siguiente, su líder entró solo en la cámara de los horrores. Abrió mi celda, y me sacó violentamente de ella. En ese instante pensé ahora o nunca. Reuniendo las pocas fuerzas que me quedaban, ataqué desesperadamente a ese ser. Conseguí arrebatarle el bastón, y lo golpeé con toda la fuerza que podía. El monstruo, tirado en el suelo se revolvió velozmente, y se levantó con una agilidad sobrehumana. Sacó de su cinto otra jeringa, y antes de que pudiese reaccionar me inoculó su contenido en el brazo derecho. Entonces, antes de que la sustancia me hiciese efecto se acercó a mi y me susurró «estás muerto»……..
Estáis en el desgarrador universo de Abatuar. Prepárate para calcinarte y ser devorado por esas criaturas diabólicas.
Abatuar es un combo de death/black grind procedentes de Panamá. Comenzaron su carrera en 2013. Editaron su primera demo «Vejación de la Bestia» en 2014 bajo el sello Lógica Ciega. En esta arremetida enseñaban a la parroquia extrema de lo que eran capaces.
Un año más tarde publicaron bajo la discográfica PUS Records su segunda maqueta «Fosa Común». En este nuevo asalto, podíamos comprobar que la potencia seguía intacta, pero que habían encrudecido aún más su sonido.
En el mismo año, la compañía de discos Dunkelheit Produktionen se percatan de su talento fichándoles. Poco después, concretamente el 23 de noviembre de 2015, le lanzan el recopilatorio «Vejación de la Bestia/Fosa Común», siendo la autentica razón de que estas pestilentes líneas hallan sido creadas. Quien decida obtener esta selección, tendrá la fortuna de poder contar con todos y cada uno de los temas que conformaban su anteriores obras en un solo disco.
El line up es el siguiente: Cadaver (voz y batería. A su vez componente de Aberrante, Equinoxio, Tumba, ex-Spirit of the Deep Waters).
Lo que el oyente se encuentra, es con una arremetida severa y descarnada, donde la producción es precisamente un arma de doble filo. Por un lado suenan reales y salvajes, pero por otro, mediocres y caóticos.
Podemos constatar claramente, como se puede dividir y distinguir ambos asaltos, obviamente ordenados de manera cronológica.
La primera arremetida, se caracteriza por un sonido más nítido dentro de lo que cabe. Además, conforme transcurren los 3 primeros tracks, comprobaras que la influencia de Carcass en la época del «Simphonies Of Sickness» es mas que evidente.
La segunda acometida a pesar de ser mas reciente, es curiosamente más sucia y embarullada. El peso de los padres del goregrind se diluye, ganando así personalidad propia. Sin embargo las composiciones son menos acertadas.
Los riffs son tremendamente asesinos. Descubrimos unos a una cuerda, otros de carácter totalmente grind, e incluso pinceladas de thrash durante el transcurso de esta colección. Por otro lado, el uso de solos de guitarra es de agradecer.
Las tonalidades vocales se mueven entre el agudo rasgado predominante, y las leves pinceladas de deathgrowls bajos.
Las baterías son tan veloces como efectivas, moviéndose con comodidad entre blastbeats y momentos mas pausados.
La desvencijada furgoneta que usaba para transportar cadáveres se estropeo a escasos kilómetros de su destino, así que tuve que cargar con el difunto durante todo ese recorrido. Cuando al fin llegué al destartalado y abandonado hospital me ardían los pulmones, y decidí descansar un momento. Una vez me sentí nuevamente con fuerzas, busqué una silla de ruedas donde transportar aquel cuerpo sin vida. Lo deposité ahí. Seguidamente, cruce aquel húmedo pasillo, hasta que finalmente entré en la sala de autopsias. No sin un claro esfuerzo, lo eché nuevamente sobre mi hombro, y lo puse al fin en la mesa donde podría extraer y estudiar sus mejores órganos. Saque el bisturí, y lo miré como si jamás hubiera tenido ninguno en mi mano. Seguidamente, procedí a hacer la primera incisión. La disección, casi sin darme cuenta….. ¡había comenzado ya!
Después de esta descripción general pasemos a desgranar las mejores canciones de esta antología.
Personalmente destacaría «Exterminio humano con agentes nerviosos Sarín, Tabún y Somán; involución a pangea toxica» y «Huésped portador de muerte infecciosa por necrovirus membranoso prehistórico oculto en los glaciares de Beringia«, por los siguientes motivos:
«Exterminio humano con agentes nerviosos Sarín, Tabún y Somán; involución a pangea toxica» es puro death gore grind de la vieja escuela. El mejor ataque sin duda de los aquí mostrados. Avisado tu cuello y tú quedáis.
«Huésped portador de muerte infecciosa por necrovirus membranoso prehistórico oculto en los glaciares de Beringia« te sorprenderá por esas pinceladas thrash que comentaba un poco más arriba. GRAN TEMA.
Podrían llegar a ser grandes pero de momento se quedan a medio camino. Solo nos queda esperar a ver que más ofrecen. Así que el tiempo dirá si acaban estallando definitivamente, o agonizan hasta dejar de existir, quedándose en la memoria colectiva de los amantes de la música radical.
Nota: 4,5
Autor: CHUS
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