Crítica: Panchrysia – Dogma (2018)

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La única forma de mantener encerrados a los malignos espíritus era orándoles. A pesar de todo, éstos tenían ventaja. De esta manera, conseguían un doble propósito. El primero y fundamental, era que si nadie recurría a ellos caerían en el olvido y acabarían muriendo lentamente. Así se mantenían con vida. A su vez, también sustentaban su reinado de esclavitud pasiva en el plano astral de los humanos. Tal vez no estaban físicamente con los mortales, pero el control era más que evidente, a pesar del enclaustramiento forzado que padecían. Para que el orden que habían impuesto no variase, debían abastecer a los corazones de las personas un insensato miedo a un castigo en realidad inexistente. Los entes, hicieron escribir a un grupo de hombres una serie de historias donde se narraba con perfecto detalle que sucedería si alguien los cuestionaba o dejaba de rezarles. Al acabar, fueron recopilados en un centenar de tomos que contenían cada uno mil páginas. Tarde o temprano, el hombre abriría los ojos recuperando el control de su vida. Eso era inevitable y los esperpentos lo sabían. No obstante, gracias a manipular el curso de la historia, se alargaría indefinidamente su reinado. Cierto era que al hacerlo solo traían caos y sufrimiento a sus sirvientes, mas ¿qué importancia tenía eso?
Bienvenidos al universo de Panchrysia.

Los Black Metaleros belgas Panchrysia publicaron el 30 de abril de 2018 su quinto álbum "Dogma" vía Satanath Records.

El combo lo conforma: Zahrim (voz), Web (guitarra), Jef (guitarra), Dol (batería), Jesse (bajo).

Sin poder considerar este trabajo una obra maestra, he de comentaros que el grupo tiene algo especial. No sabría explicar exactamente qué, ya que no incluyen nada extraordinario en las tonadas, pero os aseguro que la chispa está ahí. La estructuración general, se basa en ofrendar un buen equilibrio entre dramatismo y violencia sonora. Aunque, ¿es cosa mía o son más asfixiantes de lo normal? Tal vez ese no sea el adjetivo más idóneo, pero no consigo explicarlo mejor. ¿Veis?, usualmente en la gran mayoría de conjuntos la capacidad de describirlos no es costosa, mas con éstos sí. Si esto no es una prueba más de que se salen del montón, que baje Odín y lo vea. La producción es nítida dentro del estilo de música radical que ejecutan. A su vez, el artwork resulta llamativo, siniestro y genial a partes iguales.

Tan gélidos como grises se nos presentan las notas que despiden las "hachas" de Web y Jef. Además, no se le caen los anillos a la hora de incluir solos armoniosos a la par que insidiosos. No nos faltan los riffs a una cuerda, a doble armonía, el siempre necesario ataque de trémolo e incluso pinceladas pausadas.

Los alaridos de Zahrim suenan desesperados, tanto si hace shrieks, como si decide añadir clean vocals espeluznantes.

Las cuatro cuerdas de Jesse tienen presencia en "War with Heaven", "Never to See the Light Again" y "Rats".  Estaos atentos a estos cortes si os gustan las bass line con carácter.

Recalcaría la anteriormente nombrada "Never to See the Light Again" por ser el tema con mejores cambios de dirección y más elaborado del plástico.

Poco más puedo deciros. Catadlo camaradas.

Nota: 6,5
Autor: Chus

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