Crítica: Torn The Fuck Apart – A Genetic Predisposition to Violence (2018)

"BrokenTomb"


Un día más en este trabajo. La verdad es que no está nada mal. Durante las horas que paso entre estos quirófanos consigo no solo evadirme, sino también sacar lo peor de mí. ¿Cuántas personas podrían decir eso de sus empleos? Vale, cierto es que no es una labor demasiado convencional, pero yo tampoco lo soy. Creo que hoy estudiaré las córneas de Peter. Lo he mantenido con vida durante un mes y ya empieza a aburrirme. Creo que definitivamente ha perdido la cabeza. No lo culpo, tan solo está comiendo un trozo de pan al día, bebiendo medio vaso de agua cada cinco y durmiendo cada dos. Qué demonios, mejor me encargo de Warren. Sí, eso haré. Le sacaré esos bonitos ojos azules suyos. Con mi anestesia especial, estará consciente pero no sentirá el dolor. Tengo ganas de ver qué cara pone cuando se lo enseñe……
Bienvenidos al universo de Torn The Fuck Apart.

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El sello Gore House Productions publicó el 29 de junio de 2018 el cuarto L.P del combo de Technical Death Groove Metal Torn The Fuck Apart "A Genetic Predisposition to Violence".

El line up es: Brandon Mitchell (bajo), Jake Page (batería), Michael Langner (guitarra y voz), Nick Yeates (guitarra solista).

El nuevo asalto de los de Kansas resulta tan intenso como psicótico. El nivel de técnica es loable, mas no abusan en exceso de su buen hacer con los instrumentos.  Este hecho para el que os escribe no ha acabado de ser completamente positivo. En mi caso adoro las filigranas musicales, y a pesar de que no escasean, podían haber enrevesado un poco más su propuesta. No sé, pero no han terminado de convencerme totalmente. A pesar de ello, os aseguro que estamos ante un redondo a tener en cuenta. Mención aparte merecen las instrumentales "In the Confines of Fear" y "The Object of Obsession". El grado de dramatismo es tan solo igualado por lo épico que son ambos cortes.

La producción es gruesa y poderosa, añadiendo un artwork sanguinario a la par que típico dentro del género que ejecutan.

Los riffs os abrirán en canal tanto vuestro cuerpo como vuestra mente. Los hallamos intrincados, fluidos, trepidantes, pesados, a doble armonía y sosegados si se da la ocasión. Cuidado con los precisos solos de Nick Yeates. Este tipo es toda una bestia con las seis cuerdas.

Poco hay que decir sobre los registros vocales. Growls a troche y moche campan a sus anchas a lo largo de los aproximados 32 minutos que dura el plástico.

En cuanto a los parches, estos son dinámicos y poderosos, con una leve tendencia a estar ejecutados a medio gas. Eso sí, tranquilos amantes de la velocidad, que no nos falta de eso.

En lo personal, recalcaría "Dad’s Head for Dinner" y "Collection Complete" por los siguientes motivos:

La tonada más directa y virulenta de todas es sin duda "Dad’s Head for Dinner". ¡Tremendo asalto compañeros!

¿Os gusta que existan múltiples cambios de recorrido en una canción? Si la respuesta es sí, con la espectacular elaboración de "Collection Complete" se os va a caer la mandíbula al suelo de lo que vais a abrir la boca en señal de asombro.

A lo mejor no son los mejores en su campo, pero, ay camaradas, el puñetazo que los americanos os meten en la boca del estómago con su música os dejará sin respiración.

Nota: 7
Autor: Chus

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