Crítica: Karmak – Extremófilo (2018)

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Sola, sentada en su vieja mecedora heredada por su difunta madre pensaba en lo que presenció hace dos días. Su vida había sido un infierno desde que el amor de su vida desapareció hace 2 meses. Era extraño, tanto él como su trabajo. Jamás, a pesar de los años de noviazgo y matrimonio, Ben fue incapaz de contarle claramente cómo se ganaba el pan. Al principio esto le intrigaba mas no le preocupaba. Con el tiempo, obvió por completo la situación. Que estúpida se sentía ahora al haber mirado a otro lado a una situación cuanto menos extraña.

La mañana que recibió la fatídica llamada aún estaba en la cama. El sonido del teléfono la despertó. Sin embargo, nada más escuchar aquello de "señora Smith, soy el inspector Rogers. Por desgracia tengo que transmitirle malas noticias, hemos encontrado el cuerpo de su esposo sin vida" se espabiló de golpe. Cuando llegó al anatómico forense, le explicaron que habían descubierto los restos mortales de su cónyuge en el bosque de las afueras de la ciudad. Había sido asesinado. El problema: solo quedaban sus huesos. Era imposible que se hubiese descompuesto tan rápido. ¿En qué estaba metido antes de que lo mataran?, ¿y si ahora venían por ella? Esas preguntas la estaban enloqueciendo.

Se levantó de la butaca dirigiéndose al baño.  Antes de que pudiese llegar, la puerta principal fue tirada abajo por dos hombres encapuchados. Sin tiempo para poder tan siquiera gritar la rociaron con un líquido esmeralda. "Nena, con esto acabamos con Benjamin. Te pudrirás en unos segundos"….
Bienvenidos al universo de Karmak.

El combo de Death Grind Karmak, comenzó su andadura musical en Venta de Baños en 2001. Cuatro años más tarde, llegó su primer L.P "Entropía". Su siguiente paso fue la edición del E.P "Abre tu mente, esparce tu cerebro" en 2010. En 2013 volvieron a la carga con el larga Duración "Exilio humano". Para 2015, reventaron cráneos con su Extended Play "Secuestro". Tras el sencillo de 2017 "Once Hachas", retornan con su nuevo long Play "Extremófilo" el 28 de febrero de 2018 vía Base Records Productions / Ruido Noise Records. Durante las esquelas que ahora mismo estáis leyendo, nos ocuparemos de su más novedoso trabajo.

El line up es:  Mamut (guitarra y voz), Garba (bajo y voz), Lipri (batería).

Apabullante, esta es la palabra que me ha venido a la mente conforme escuchaba el disco que hoy ocupa estas líneas. El power trio ha dado un paso de gigantes respecto a "Secuestro". Las composiciones suenan tan originales como siempre, pero mucho más enfocadas que en el pasado. Para que me entendáis, si fueran Napalm Death, este sería su "Harmony Corruption".

La producción es oscura y grabe, añadiendo un artwork desplegable, considerablemente siniestro a la par que desenfadado.

Los riffs, oscuros hasta la medula, corroerán vuestro ya de por sí agujereado cerebro. Los hallamos fluidos, pesados, a una cuerda y dramáticos.

En lo que a voces se refiere, nuevamente tengo que hacer hincapié en la frescura de estos tíos. Usan growls y guturales agudos rasgados de una forma muy personal. Si no me creéis, echadle un oído a "Sin existencia" y sabréis de lo que hablo.

La batería es intensa hasta decir basta. Aquí hay up tempos a mansalva, intercalados de muy buenas formas con pinceladas de pesadez. Eso sí, no esperéis ni un solo blast beat.

Personalmente destacaría "Especialista en la miseria" y "Matador" por las siguientes razones:

La melancolía, cuando le da la mano a la violencia, engendra un hijo bastardo llamado "Especialista en la miseria". Estad atentos a sus seis cuerdas compañeros.

"Matador" os dejará con la boca abierta gracias a su autenticidad. No os digo más, si queréis saber de lo que hablo ya sabéis que tenéis que hacer.

Decidme, ¿cuántas bandas en pleno 2018 no suenan manidas?, muy pocas ¿verdad? Pues esta es una de las que rompen moldes. Yo de vosotros me haría con una copia de este álbum a la voz de ¡YA!

Nota: 9
Autor: Chus

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