Crítica: Porta Daemonium – Serpent Of Chaos (2016)

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La próspera escena underground de Chile nos entrega otra de sus perlas cultivadas, hoy tenemos el trabajo de 2016 Serpent Of Chaos, desde Santiago con la banda Porta Daemonium nombre que adoptan a partir de 2011. Anteriormente, desde 1998 exactamente funcionaban bajo el nombre Porta Salomoniis.

Estos años entre 2011 y 2016, se han publicado varios singles y el Demo MMXVI, considerando los más representativos “A las Primordiales Serpientes del Caos” en el año 2015 y “The Blood Of THe Dark Madness” en el año 2016, ambos singles contenidos en la que es su primera placa oficial.

Sin medias tintas la banda ejerce un Death Metal en la vena de la Old School más purista, sin concesiones directo a la yugular. Sonido sucio a propósito, apabullante, demoledor, sólido.

Desde el inicio con esa intro “Zazas Zazas Nasatanada Zazas”, como una invitación a dejarnos caer en el inframundo. Todo lo que viene después bien puede dejarnos imaginar que son la banda con que nos recibiría Satanás en su reino. No hay desperdicio todos los temas dejan unos segundos para respirar y volver a su trepidante propuesta.

Dentro de todo ese caos destructor de tímpanos, podemos apreciar técnica y creatividad, en cambios poco perceptibles por la suciedad del sonido, es el caso del track “To the Left of God”, que es uno de mis preferidos. Junto a “A las Primordiales Serpientes del Caos”, en las que se prodigan unas escalas a toda velocidad en los arreglos de guitarra iniciales.

Luego nos llega “The Apep’s Chaotic Dreams”, una oda fúnebre al dolor, doom de la mejor factura, que nos deja a merced del siguiente tema “Porta Daemonium”, un retorno a esa vena Death Metal que percibimos con la propuesta de la banda, el minuto final de este tema no deja títere con cabeza, encantador para los que gustamos de la vieja escuela. A modo de revival el tema final utiliza técnicas más antiguas (Platillo Ride) dentro del metal extremo, y llega “Under The Sigils Of The Fallen Angels". Son 27 minutos intensos, en los que destacaría la voz que ejecuta Avitchi y la batería Ocultavio.

Nota: 9
Autor: Juan Carlos Espinoza

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