Crítica: Winterhymn – Blood & Shadow (2016)

"BrokenTomb"


La nieve cubría con su espeso manto todo el paraje. Los guerreros, después de sobrevivir a una cruenta batalla por el control de la zona intentaban escapar del hechicero.
De repente, el brujo apareció ante ellos. Ataviado con una espesa túnica negra y una larga capa los paralizó con su sola presencia de inmediato. Al cabo de unos segundos que parecieron siglos, los combatientes empuñaron por última vez sus espadas, arremetiendo contra el nigromante.
El pérfido mago se acercó a ellos a una velocidad inhumana. Sin que tuvieran la más mínima oportunidad de defenderse les segó sus cabezas. Éstas cayeron a plomo creando un pequeño círculo carmesí. Seguidamente destapó su rostro. Si esos pobres desgraciados siguieran con vida hubieran enloquecido con semejante imagen. Se acercó a los cuerpos, absorbiéndoles no solo su energía, sino sus recuerdos y habilidades físicas. Pronto se revelaría contra el jefe de la tribu donde prestaba sus servicios, se haría con sus tierras, para después, paulatinamente, expandir su reinado de terror por todo el planeta.
Bienvenidos al universo de Winterhymn.

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Estados Unidos vio nacer al combo de Folk Metal Winterhymn en 2010. Un año más tarde apareció su primer single "Blood Eagle – Stand Your Ground". Meses después apareció su L.P debut "Songs for the Slain". Sus siguientes lanzamientos fueron el sencillo "Huntsman" de 2013 y la demo "Paganfest V Sampler" de 2014.
Finalmente, el 17 de junio de 2016 nos llegó su hasta la fecha último álbum "Blood & Shadow" vía Soundage Productions, siendo el protagonista de estas líneas.

El line up es el siguiente: Draug (voz y guitarra solista. También miembro de Siren), Exura (teclado), Umbriel (violin), Alvadar (bajo y voces), Varrik (guitarra), Helgrav (batería).

Antes de empezar, me es necesario comentar que siempre he odiado este género, con lo que para mí ha sido más complicado de lo normal realizar esta crítica. Dicho esto, y haciendo gala de objetividad, pasemos al meollo de la cuestión.
El nuevo asalto de los americanos está realmente bien trabajado. Los incesantes y muy acertados cambios de dirección hacen que le oyente no pierda la atención en ningún momento.
Las guitarras, como suele pasar en este tipo de metal pasan a un segundo plano. El auténtico peso lo tiene las melodías de violín, siendo de manera clara el instrumento principal.
La producción es nítida y poderosa, adjuntando un artwork más brutal que la música que se exhibe.

Los riffs son efectivos. Los hallamos fluidos, pesados y simplistas. Todo ello lo adornan con unos muy puntuales solos.

La versatilidad vocal os hará sonreír satisfactoriamente. Preparaos para oír growls, barítonos rasgados y clean vocals.

La batería tiende al mid tempo. Aunque os acabaréis poniendo las manos en la cabeza cuando salten sus escasos toques de blast beats.

Personalmente destacaría "Blood of the Moon", "Legacy in Flames" y "Silenced by the Northern Winds" por los siguientes motivos:

"Blood of the Moon" abre la arremetida. Aquí se puede comprobar de forma clara cuál es la tónica general del disco. Por cierto, el estribillo se os quedará grabado a fuego.

"Legacy in Flames" es sin duda la tonada más contundente. Que no os engañe su inicio, la cosa se endurece al instante.

"Silenced by the Northern Winds" os hará alzar los cuernos al aire mientras que disfrutáis de sus grandes cambalaches de camino.

Si sois afines a la propuesta de este grupo no dudéis en haceros con una copia ya.

Nota: 7
Autor: CHUS

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