Crítica: 30,000 Monkies – I Ate Myself To Grow Twice As Big (2016)

30.000 Monkies es una banda belga que mezcla características tanto del Doom como del Noise y el Sludge. En septiembre del año 2011 lanzaron su primer EP “Womb Eater Wife Beater” y dos años más tarde, lanzaron un segundo EP, llamado “Somewhere Over The Rainbow”. Finalmente, el 16 de abril del pasado año, vio la luz su primer larga duración “I Ate Myself To Grow Twice As Big”.

30.000 Monkies está conformado por Ruben Savelkoul (voz, guitarra y sintetizador), Michiel de Naegel (guitarra), Igor Vuch (bajo, sintetizador) y Dries Schreurs (batería).

Si hay algo que no se le puede reprochar a 30.000 Monkies, es falta de originalidad. Cada una de las 7 canciones que componen este álbum están impregnadas de una multitud de estilos, que incluso puede llegar a desconcertar al oyente, pues se trata de un disco que bien podría ser una de esas películas llenas de giros y que no sabes como va a continuar en ningún momento. En “I Ate Myself To Grow Twice As Big” encontraremos riffs desquiciantes acompañados de una voz que desprende dolor y locura a través de agudos y rasgados alaridos. Pero también existe un aura setentera en forma de riffs lentos y oscuros, en la línea de Black Sabbath, como por ejemplo en el sexto corte “Mountainesque I”. Además, el Noise se encuentra presente a través de diferentes interludios, a base de caóticos riffs atonales y un sintetizador capaz de volarte la tapa de los sesos, a lo largo de todas las composiciones presentadas, siendo la más significativa la última canción del LP, llamada “Juice”.

En definitiva, 30.000 Monkies han compuesto un álbum no apto para todos los públicos, lo cual no significa que sea malo. Al contrario, cada virtud se encuentra presente a lo largo de todos los detalles que encierran este disco y además, la capacidad de sorprender en todo momento, es una de sus mejores bazas.

Nota: 7
Autor: Ramón

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