Crítica: GreyAblaze – GreyAblaze (2016)

"BrokenTomb"


Kharkiv, Ukrania, 2013 componentes de Elderblood, Khors, KZOHH, Ulverg, se reunen pada dar forma GreyAblaze, post black metal. Tras años de trabajo en la composición, logran el 1 de Diciembre de 2016, liberar el que será su primer trabajo oficial con el nombre homónimo a la banda, se edita con Ashen Dominion Records.

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La obra de la que hablamos a continuación está contenida en 38 minutos, dividida en 5 tracks. Curiosamente se han unido a esa tendencia de enumerar los cortes sin dotarlos de un nombre. El line-up de la banda es: Astargh en la guitarra, bajo, voces y sintetizadores; Odalv en la batería, finalmente completa la formación Helg en las guitarras.

GrayAblaze utiliza la instrumentación típica del género post black, una voz al borde del desgarro y colapso, riffs ortodoxos, con un sonido de la batería impecable. Este sonido que he descrito forma la base aural de su sonido, dentro de la composición han logrado introducir elementos impensables como solos de guitarra a velocidad y estructuras blues. Esta fusión logra un contraste elegante y brutalmente sencillo, soportado en las tristes atmósferas creadas para expresar su dolor.

En el tema I, antes de finalizar logra un impresionante arreglo de 7 notas en la guitarra, que rompe con los esquemas del género, por su sencillez, pero con una carga emotiva al filo de lo sublime. El track II, puede no iniciar con ese halo de tristeza, inicia con fuerza que poco a poco volverá a la melancolía impresa en todo el trabajo. El track III, está cargado de melancolía, con gritos agónicos que acompañan de forma brillante la fatalidad del doom expuesto. El track IV, entra en una catarsis, un ataque sonoro, impetuoso inicio que se mantendrá en las plegarias vocales, el tema da un giro cuando caen una notas de piano, he tenido la sensación de soltar lagrimas de lava en agua, es un tema imponente que lleva la sensación de tristeza a un nivel superior, la genialidad de hacerlo sencillo. El track V es una bella obra, cuidada desde su inicio, pocas notas para lograr un efecto devastador, esas notas graves de piano aplastan todo el dolor a su paso, la secuencia de doble bombo que soporta la intro parece llevar todo a otra velocidad, es una atmósfera perfecta de dolor, amalgamada con la voz torturada que ruega compasión, parecen sonar gaitas y dar paso a una nueva atmósfera que encierra esperanza triunfal en su sonido, para la parte final del track se deja solos al bajo y la batería con unas pinceladas de sintetizador, y orquestar el final de forma gloriosa.

El poder crear atmósferas grandiosas, sin exagerar un desperdicio de notas, está al alcance pocos genios. Hacen que parezca sencillo, pero la composición es un arte.

Nota: 9
Autor: Juan Carlos Espinoza

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